«COLUMNA INVITADA» La pandemia previa a la pandemia - Mujer es Más -

«COLUMNA INVITADA» La pandemia previa a la pandemia

 

Para nadie es desconocido lo que la población del mundo entero ha vivido desde fin de 2019 y ya prácticamente todo este 2020, es más, el próximo año, por lo menos los primeros meses no se ven muy alentadores, la pandemia por el virus COVID 19 nos ha tenido en vilo, viviendo casi de tiempo completo en casa, la cual se ha convertido en escuela y oficina.

Hemos pasado todas las fechas significativas y las conmemorativas a través de eventos a distancia, utilizando plataformas y el internet, lo que ha demostrado las desigualdades en muchas de las naciones, México no ha sido la excepción, pues han sido conocidos los asuntos de niños y niñas que viven en zonas de alta marginación y que no tienen acceso a medios tecnológicos y ni siquiera a la cobertura de televisión para tomar clases, porque en sus comunidades y en sus hogares no hay luz y menos un televisor.

Ha quedado manifiesta la desigualdad, la pobreza y la falta de atención de grupos de especial atención, pero también se ha acrecentado otras problemáticas, como la violencia contra las mujeres, que no cede, al contrario, en el hogar las mujeres y niñas han sido mayormente vulneradas durante el confinamiento, y esa es precisamente la otra pandemia, la que ya existía previo a la llegada del virus.

A propósito de lo anterior, una nota de ONU Mujeres del año 2015, refiere que, en el hogar, la calle o en los conflictos armados, la violencia contra las mujeres y niñas, es una violación a derechos humanos de proporciones pandémicas, en dicho análisis se analiza cómo la violencia que se da en el ámbito público y privado se manifiesta de forma física, sexual y psicológica.

Al referir que una de cada tres mujeres en el mundo, ha sufrido violencia física o sexual, se considera una pandemia mundial, sí, cinco años antes de tener la pandemia que ahora nos ha prácticamente detenido en el tiempo. Para el organismo internacional, ha habido otra pandemia que por más acciones, campañas y políticas públicas no cede, ha sido trabajo constante de instituciones, gobiernos, asociaciones, colectivos y personas en lo individual para educar en la no violencia contra niñas y mujeres, sin embargo, los esfuerzos son insuficientes.

Este año inició con movimientos feministas muy significativos, en México y en otras naciones, donde los fenómenos de agresiones son similares. La diamantina rosa, las canciones de protesta y de exigencia para seguir vivas y seguras, así como la instalación de antimonumentas, han sido mecanismos para demostrar y dejar evidencia de la violencia con la que se vive cada día, pero la otra pandemia se atravesó, con consecuencias lamentables, como el incremento de la violencia en el hogar.

Pero más allá de las violencias físicas, también está la silenciosa, aquella que se siente, pero no se dice, en el caso de la cuarentena extendida, las mujeres y sus hijas e hijos están obligados a quedarse en casa, cuando las madres de familia no trabajan fuera de casa, ampliando su jornada y distribuyendo tiempos con las clases de los menores y su trabajo a distancia, así como las labores del hogar, y en ocasiones, debemos agregar que todo eso se desarrolla en un ambiente hostil.

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Los datos al respecto arrojan que, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) en los primeros meses de este año, las llamadas al 911 por violencia familiar fueron en total 170,214, ese mismo primer trimestre del 2019 el número de llamadas fue de 155,178 y en 2018, 156,488, resulta evidente el incremento.

Relacionando la observación de ONU Mujeres del 2015, momento en que calificó como pandemia mundial la violencia cometida contra niñas y mujeres, con los datos del SNSP en México de 2015 a 2020, tan solo en el mes de marzo de cada uno de esos años, tenemos que en 2015 se denunciaron 9,650 casos, en 2016 fueron 12,516; para 2017, incrementó a 14,276; para 2018, se trató d 16,112 casos; en 2019, el número aumentó levemente a 16,397; finalmente en 2020, el número es 20,232. (Violencia Familiar en tiempos de Covid, Instituto Belisario Domínguez, 2020, Senado de la República).

Sobra decir que en México el incremento de la violencia en casa, el “lugar seguro” de toda persona, es alarmante, los feminicidios en el país se cuentan por decena diariamente, esa pandemia se ha cruzado con la pandemia del virus, pero eso ha sido hasta este último año, no es la causa precisamente, pero si una lamentable oportunidad para que las cifras aumenten. El confinamiento para muchas ha sido sentencia de muerte, para otras se trata de acrecentar la carga de vulneraciones en su vida, la emergencia sanitaria para no contagiarse de COVID, debiera ampliarse, para considerar una emergencia para seguir vivas.

En México, además de las convenciones y tratados internacionales que protegen a las mujeres y niñas de violencia, existen la Constitución Federal y leyes específicas para salvaguardar sus derechos humanos, como los códigos penales federal y estatales, la Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, la Ley general de los derechos de niñas, niños y adolescentes, la Ley general de víctimas, así como leyes locales de prevención de violencia familiar, por tanto, queda claro que es vasta la normativa para garantizar derechos, sin embargo, el problema mayormente es cultural, debemos deconstruirnos.

Hagamos conciencia, las pandemias se deben atender con servicios de salud, con políticas públicas y acciones definitivas para seguir vivos, para continuar vivas.

 

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