En el marco del Aniversario 110 de la Revolución Mexicana, se emitió un billete alusivo precisamente a este movimiento social de inicio de 1900, en el cual se incluyen los bustos de Francisco I. Madero, Hermila Galindo y Carmen Serdán. Nadie, que haya leído poco o muy poco de nuestra historia nacional podría cuestionar la valiosa participación de estas tres personas en dicho movimiento.
Sin embargo, hubo cuestionamientos respecto de sus apariciones, particularmente por el plano de sus posiciones, la necesidad de incluir a alguien del género masculino en lugar de dejar el escenario solo para las mujeres.
Y ahí vino la reflexión. ¿Quiénes fueron las mujeres de la Revolución? ¿Por qué nadie las menciona? Desde mi percepción, sí se les menciona, pero como secundarias en la historia, los recuerdos se fueron a las primeras clases de ciencias sociales en la primaria, como han pasado ya varios años, más de tres décadas, hubo pues que buscar un texto, el Libro de Ciencias Sociales de cuarto grado de 1982, libro gratuito distribuido por la SEP, en su sitio oficial los tienes, es posible hojearlos y regresar por unos minutos a la primaria, sin el olor a libro, pero el contenido es el mismo, pude recordarlo, lo que no me gustó fue darme cuenta que de la página 128 a la 138, que abarca el tema de la Revolución Mexicana no se menciona a ninguna mujer.
El primer personaje mencionado es obviamente Don Porfirio Díaz, entiendo que no se mencionara a mujer alguna, era el momento de hablar de la crisis que había despertado la posibilidad de un nuevo periodo de gobierno después de 30 años, de ahí el segundo nombre en aparecer: Francisco I. Madero, totalmente predecible, claro que a los ocho años no se piensa así.
Cuando concluye la narración de un párrafo del Plan de San Luis Potosí, aparecen dos nombres más: Emiliano Zapata y Pancho Villa, no Francisco, solo Pancho. Luego vendrá Victoriano Huerta, en un párrafo muy largo donde narra la crisis de Madero en el poder, las intrigas de Estados Unidos de América, la fidelidad al porfirismo por parte del ejército, la Decena Trágica mencionada en un renglón, así como se lee, en uno solo; y la entrega del poder a Huerta, su traición y declaración como Presidente.
En la siguiente página, empieza el apartado denominado La Revolución Constitucionalista, y ahí como es de suponer, aparece Venustiano Carranza; tristemente en el siguiente párrafo se menciona a las mujeres, todas juntas, en un enunciado que solo dice que “los hombres, y a veces también las mujeres, abandonaban sus trabajos y se lanzaban a la revolución.”, solo eso. En el título de La Reconstrucción son mencionados Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles.
Luego vendrá un apartado para hablar del arte en los tiempos de la Revolución, ahí solo se refieren en la pintura a los muralistas Diego Rivera, sí, solito sin Frida, y a José Clemente Orozco; en la música a Manuel M. Ponce, Silvestre Revueltas y Carlos Chávez.
Concluye el libro de texto con el General Lázaro Cárdenas. Sin mencionar, como ya se dijo, una sola mujer. De no creerse. Ahí está la esencia de que lo que no se menciona no existe. Seguramente quienes estudiábamos en esa década la primaria pensábamos que las mujeres no habían contribuido en nada, pero las memorias ayudan, recordé las presentaciones y los desfiles del 20 de noviembre, las mujeres se vestían de “Adelitas”.
Por años es lo único que nos permitieron saber los libros de texto y como la memoria es ingrata, pero no tanto, hay una imagen de una mujer revolucionaria en un tren, es una fotografía que ha aparecido en varios textos, eso es lo que la generación de quienes ahora tenemos más de 40 pudimos conocer.
Tan solo, si se escribe Adelitas en el buscador de internet, hay un significado a esa palabra, las refiere como un gran símbolo en el movimiento revolucionario, con participación activa en esa lucha, en los propios contingentes militares, desempeñando tareas como soldaderas, cocineras, enfermeras o ayudantes.
En el libro de texto de 1993 de Historia, se modificaron las cátedras, el diseño y el papel de los libros, y en todas las páginas de la historia revolucionaria se incluye el nombre de una mujer Carmen, después de mencionar a sus dos hermanos Aquiles y Máximo Serdán, también hacen referencia a su madre, el texto “Carmen y su madre también lucharon, fueron encarceladas”, ese libro fue usado por esa generación hasta la de 2010.
A partir del 2011 y hasta la fecha, con distintas portadas los libros de texto, pero ahora de 5º grado incluyen la historia revolucionaria de nuestro país, la única mención sigue siendo Carmen Serdán, pero en el catálogo de texto de la generación 2011 y 2014 ya se incluye su fotografía.
Es increíble pero cierto, la historia que todas las generaciones de estudiantes han podido acceder a través de los libros de texto gratuitos de la SEP tiene una nula referencia a la importante lucha de las mujeres en distintos tiempos y épocas de la historia, pero enfáticamente en la Revolución Mexicana, absurdamente en la penúltima generación de libros que publicita el sitio oficial (2011) hay una fotografía con cuatro mujeres vestidas de la época revolucionaria, con fusiles en la mano, en posición de disparar, el texto es “los acompañamos en la guerra, les hacemos la comida e incluso tomamos las armas para defendernos”, página 107, si, en 2011 distorsionando la participación, ellas también fueron a la guerra, quizá sí hicieron la comida, pero las armas las tomaron para luchar, no solo para defenderse.
Urge mencionar, además de Carmen Serdán, a Carmen Vélez, Petra Herrera, Adela Velarde (no Adelita), Hermila Galindo, Juana Belén Gutiérrez, Dolores Jiménez y Muro, María de la Luz Expinoza Barrera, Margarita Neri, Carmen Parra, Ángela Gómez Saldaña y tantas más a las que la revolución no les ha hecho justicia.