- Este martes 2 de junio falleció un ícono de la comicidad en México
- Evocación de una charla con el creador de “El flanagan”, “Qué nos pasa” y “La cosa”, entre otras farsas y personajes
Por: Cut Domínguez
Este martes 2 de junio, falleció Héctor Suárez, a los 81 años de edad, una de las grandes figuras de la comicidad en México, informó su hijo Héctor Suárez Gomís. “Para nosotros se va el papá, el abuelo, el hermano, el esposo y no la figura pública que merece todo el reconocimiento de la familia artística y los medios de comunicación”, expresó la familia del comediante y actor en breve comunicado.
Una tarde de marzo de 1994, Héctor Suárez me recibió en el camerino del Teatro Blanquita, del entonces DF, previo a las 100 representaciones de su último espectáculo La Cosa, y compartió algunos de sus deseos y emociones. Dijo que le hubiera gustado que lo recordaran como un hombre normal, que no le hizo daño a nadie. Eso sí, con una vida intensa, desde el punto de vista profesional.
Señaló amar con toda el alma su carrera, aunque admitió cansarse en ocasiones. “He luchado contracorriente siempre, porque las circunstancias así se presentaron. La mayoría de la gente teme perder su trabajo y aguantan injusticias y que les pateen el trasero; a otras no les gusta esto y reclaman sus derechos. Yo soy de estas personas”, señaló.
Quien también se cruzara en su larga trayectoria artística con el teatro clásico, bajo la dirección de Carlos Ancira y alternara con figuras como Alfonso Arau, Héctor Ortega, Susana Alexander y Beatriz Sheridan, dijo que hasta ese momento nadie lo había tumbado. ¡El único que me va a detener es Dios!, reiteró, para luego añadir: “Nadie me puede parar, yo soy un guerrero. Cuando un hombre decide decir algo y cree estar en lo correcto, hace bien. Esa es mi posición”.
En relación a sus personajes, Héctor Suárez relató no tener preferidos, ya que adquirían valor al momento de ser interpretados, por muy pequeños que éstos fueran. “Hay una cosa que tengo presente en conjunto de todos mis espectáculos y lo comparto permanentemente a mi grupo de actores y actrices: la disciplina”, destacó.
Reconoció su perfil polémico por su dura crítica social a través de sus protagonistas y habló de las enseñanzas, luego de los conflictos laborales que tuvo con las dos grandes televisoras. “Se me presentaron los momentos económicos más difíciles de mi vida y me ha valido güilson. El dinero va y viene, y desde que dejé de tenerle aprecio a la lana y al llamado éxito que tanto buscamos, todo me ha cambiado”.
Convencido, explicó que cuando dejó de pensar en todas esas tonterías la famosa añadidura le comenzó a llegar por todos lados y fue más feliz trabajando con sus equipos. “Sé que mis espectáculos los hago a toda mi capacidad, ya el resultado no me pertenece a mí; le pertenece a Dios”.
“El tirantes”, célebre personaje de la cinta Lagunilla mi barrio, interpretado por Suárez, explica que el éxito es relativo, ilusorio y efímero. “Los verdaderos valores y el verdadero éxito consiste en que esté yo ahora frente a ti platicando con la claridad suficiente para poderme expresar. Tener mis miembros completos, a mis hijos sanos, a mi esposa. El éxito que tanto he buscado fuera lo estoy encontrando dentro de mí”, finalizó.