El 26 de abril se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica.
Sí, en mitad del 2020 es necesario detenernos un día y hacer visibles a aquellas que han decidido vivir su sexualidad con alguien de su mismo género y hacerlo de forma libre, sin ser discriminadas y mucho menos agredidas.
En el 2013, la Organización de las Naciones Unidas inició una campaña que nombró libres e iguales, con la finalidad de que todas las personas que integran la comunidad LGBT fuesen tratadas de esa forma, sin discriminación y con acceso a todos los derechos como cualquier otra persona, sin que la preferencia sexual sea un impedimento para ello.
Esa campaña de libertad para vivir su sexualidad y en igualdad de derechos ha sido necesaria en virtud a los tratos discriminatorios y la excesiva violencia que las mujeres han padecido al exteriorizar su preferencia sexual, aunado a ello, se encuentran los impedimentos para vivir plenamente, pues no en todos los países se encuentra legalizado el matrimonio entre parejas del mismo sexo, la adopción o reproducción asistida, acceso a servicios médicos proporcionados por sus parejas, así como a otros beneficios y derechos.
Pero esto no es lo único necesario e importante, también resulta apremiante visibilizar a las personas lesbianas desde lo individual hasta lo colectivo, para que ello permita eliminar tratos homofóbicos y lesbofóbicos, así como los prejuicios que han acompañado en general el tema de diversidad sexual.
En estos tiempos aún hay quienes consideran que se trata de una enfermedad, y que con tratamientos médicos y psicológicos dicho comportamiento puede ser susceptible de modificar a la persona, lo que evidentemente es un agravio al derecho humano de orientación sexual e identidad de género.
Visibilizar la preferencia sexual de las mujeres y de la comunidad lésbica de alguna forma permite al Estado cumplir sus obligaciones frente a este sector vulnerable y por ende evitara que por omisiones se violenten derechos fundamentales, respetando la autopercepción y el reconocimiento social de las mujeres.
Proteger estos derechos y la condición social, concepto que ha pronunciado en diversas resoluciones la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando se refiere a la preferencia sexual de las mujeres, han permitido que las mujeres vivan sin ser discriminadas por sus decisiones y por expresar libremente su sentir.
Tanto la ONU, como las Comisiones Interamericana y Europea, buscan eliminar los actos discriminatorios y la violencia que se comete contra las mujeres y en general toda la comunidad LGBT y más, de ahí que sus campañas vayan encaminadas a promover el respeto a los derechos humanos de este sector de la diversidad sexual.
Pero ello no es suficiente, ha sido imperativo lanzar campañas de visibilización e inclusive considerar un día específico para conmemorarlo con la intensión de impedir los crímenes de odio, que fueron los que orillaron a su creación.
Pero visibilizar no es solo mencionar, ni mucho menos repetir, se requieren acciones que garanticen derechos, que protejan y promuevan que las mujeres pueden decidir sobre sus preferencias y su cuerpo, sin que ello menoscabe alguno de sus derechos humanos y fundamentales.
Las sociedades llenas de convencionalismos no terminan de aceptar las diversas formas de las relaciones humanas, las mujeres han ido de a poco luchando y conquistando derechos que les corresponden por ser fundamentales, pero desde hace décadas han tenido que arrebatarlos para que les sean considerados, la lucha de muchas ahora es por mantenerse vivas y en el caso de la comunidad lésbica por no ser discriminadas por su preferencia sexual, incluyendo el no ser violentadas y sufrir crímenes de odio por la misma razón.
Este sector al ser visible, hace exigibles sus derechos. Ha sido España el arranque de la visibilización lésbica en 2008, y la idea es que en que cada día 26 de abril, del año que sea, las mujeres lesbianas se pronuncien, pero sobre todo aquellas que se encuentren en el ámbito público para manifestarse y hacer evidente su existencia y así hacer exigibles su libertad e igualdad frente al mundo.
Ser visibles, existir y coexistir con las demás personas en igualdad de condiciones, no es una concesión, sino un reconocimiento y respeto a la integridad y dignidad de las personas, en este caso de las mujeres que en libertad deciden a quien amar.
En homenaje a todas y en una exigencia de alto a la lesbofobia en México y en el mundo.