Es imposible entender el por qué, en los últimos días, algunas personas se han dedicado a ofender, insultar y hasta golpear a médicos y enfermeras, porque según ellos tienen miedo de ser contagiados.
Tremenda barbaridad, cuando son ellos, los trabajadores de la salud, los que arriesgan su vida con tal de cuidar la de otros.
Desde que comenzó la emergencia sanitaria en China, miles de esos héroes con bata, prácticamente en todo el mundo, han dedicado días enteros a atender a los enfermos de Covid-19 para salvarles la vida.
En otros países, hemos visto imágenes de las ovaciones y agradecimientos, que desde balcones, ventanas o puertas, hacen los habitantes por el “invaluable sacrificio” de los médicos y enfermeros durante la pandemia.
Algunos han sido contagiados, otros han muerto. A pesar de ello, no se rinden, saben que esa es su vocación.
En México, tristemente las cosas son diferentes. En momentos en donde el contagio se acerca a sus peores días –lo explican los médicos- algunos inconscientes e ignorantes, por decir lo menos, han agredido a quienes trabajan en hospitales.
Es tanta la idiotez que traer un uniforme de enfermera o bata de médico es suficiente para que los insulten, les avienten agua, cloro, huevos o hasta los golpeen, con el ridículo argumento de que los pueden contagiar.
Las redes sociales han dado cuenta que el número de agresiones ha crecido. En el transporte público, saliendo de los hospitales, en las calles o entre los propios vecinos. De plano, es tanta la inseguridad, que muchos han dejado de usar su uniforme por el miedo a que los ataquen.
Es deleznable que mientras en otras naciones les aplaudan, aquí se les agreda. La salud mental tiene sus altibajos en tiempos de pandemia, pero estas agresivas actitudes se salen de cualquier parámetro.
Ya de por sí, los trabajadores de la salud enfrentan serios problemas por la falta de equipo de protección personal para atender a los pacientes con coronavirus. Súmele que muchos de ellos no han podido ver a sus familias, en varias semanas, porque decidieron autoaislarse para no ponerlos en peligro. Y ahora agréguele que también sufren de discriminación.
Por lo pronto y aunque el Congreso está en receso, el grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para castigar hasta con 10 años de cárcel y una multa de 173 mil pesos, a quien afecte la integridad física, mental o emocional de personal que labore en el Sistema Nacional de Salud.
Además se advierte que será una agravante si esto ocurre en el contexto de un desastre natural o emergencia sanitaria.
Hoy, a unos días de entrar en la fase 3, que es inevitable, todos somos susceptibles de contraer el virus. El pronóstico de quienes realizan estadísticas y estudios del coronavirus, señalan que entre el 70 u 80 por ciento de población se contagiará. De ese porcentaje algunos necesitarán apoyo médico.
Quizá entre los agresores o algunos de sus familiares necesitarán en algún momento la atención de quienes hoy insultan y agreden por el “supuesto” miedo al contagio y probablemente le salvarán la vida. ¡Qué lástima! Ojalá y de alguna manera entiendan el valioso trabajo que realizan.
El miedo y la desinformación ahí están, pero también y lamentablemente una profunda ignorancia.
A todo el personal médico y de enfermería, a esos héroes con bata, gracias.