«COLUMNA INVITADA» Acciones afirmativas y la tercera edad - Mujer es Más -

«COLUMNA INVITADA» Acciones afirmativas y la tercera edad

 

Llegar a la tercera edad, y teniendo como definición antropológica que se trata de lo que pueden ser las últimas décadas de la vida, no forzosamente ello sugiere un tema de discapacidad, aunque es evidente que, en algunos casos, son adquiridas por el deterioro físico.

Sin embargo, pensar en alguna discapacidad que sobreviene con el paso del tiempo en ocasiones puede ser algo que no se asuma, porque si alguien siempre ha sido autosuficiente, reconocer alguna disminución en sus capacidades, no resulta simple. Por otro lado, arribar a determinada edad, tampoco es por regla general adquirir condición de discapacidad.

Ahora bien, la relación entre la tercera edad y las acciones afirmativas, es decir, aquellas acciones que se han asumido como discriminaciones positivas que permiten aplicar ciertas políticas específicas para en un primer momento, visibilizar la necesidad de imponerlas para notar la existencia de ciertos grupos vulnerables, que muchas veces se consideran minoritarios y que, por tanto, se relegan; es por demás para dejar constancia de que cada vez, las naciones, entre las cuales se encuentra México, tienen una sociedad de más edad.

Pero ello, no significa forzosamente que, ser de la tercera edad sea igual a tener discapacidad. Y tiene sentido la exposición, en virtud de que, con motivo del ejercicio de participación ciudadana para conformar las Comisiones de Participación Comunitaria en cada una de las colonias de la Ciudad de México, y para su elección a través del voto libre y secreto, algunas personas consideraron que podían asumir la acción afirmativa de discapacidad por ser de la tercera edad, lo que en algunos casos si resulta ser coincidente, no es la generalidad.

Por un lado, resulta importante visibilizar y tomar en cuenta a las personas con discapacidad y a las de tercera edad, para la toma de decisiones en sus colonias, y que además tienen todo el derecho de formar parte esa representación, pero, no debe confundirse que, por contar con determinada edad, ello en automático signifique la circunstancia de discapacidad, salvo en los casos que por el paso del tiempo se adquiera.

Razonarlo de distinta forma, por un lado, podría ser excluyente de la participación de determinado grupo, o en el peor de los casos, dejarlos sin representación. Las necesidades de las distintas discapacidades son diferentes, pero también lo son, de aquellas personas que las van adquiriendo frente a quien siempre ha tenido esa circunstancia. Por lo que, es importante reconocer la diversidad y menos asumir una acción afirmativa que no corresponde.

La importancia de considerar a las personas adultas mayores como un grupo vulnerable y desde esa perspectiva atenderlo, es prioridad, como debe ser para todas las autoridades, y en materia electoral además es obligación aplicar el modelo social de discapacidad para quien la presente. Por ello resulta importante no mezclar ni mucho menos confundir esas dos consideraciones.

Las personas de tercera edad son de momento un grupo vulnerable de atención prioritaria, distinto a las personas con discapacidad que pueden ser tratadas de acción afirmativa, no porque las primeras no merezcan ese trato, sino por el hecho de que las segundas podrían quedar invisibilizadas y, por ende, rezagadas en la atención y en la representación.

El ejercicio de participación ciudadana de la Ciudad de México, permite el análisis de temas que aun y cuando son en una unidad territorial exponen derechos, la necesidad de dar voz y un espacio de expresión a grupos minoritarios que existen y tienen agendas sociales de urgente atención y que en las políticas públicas no siempre han figurado.

 

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