«DOLCE ÁLTER EGO» Un año pintado de azul - Mujer es Más -

«DOLCE ÁLTER EGO» Un año pintado de azul

Foto. Instagram Pantone

 

Pantone Color Institute designó al azul clásico como el color de 2020. Como saben, ésta es la empresa que anualmente marca la pauta sobre las tendencias de color en la moda, el diseño, la publicidad, las artes plásticas e incluso el turismo.

Este año apostó por un color “tradicional” y fácilmente reconocible.

La explicación que Pantone ofreció para justificar su elección me parece pertinente: “Este tono azul infunde calma, confianza y conexión; las cualidades reconfortantes del Classic Blue resaltan nuestro deseo de consolidar unos cimientos fiables y estables sobre los que edificar nuestro camino hacia el umbral de una nueva era”.

Calma, confianza y conexión, tres “palabras clave” que a mi juicio serán indispensables para enfrentar los retos de la próxima década.

Los años 2010-2019 signaron la consolidación de la hiperconectividad digital, pero también trajeron consigo la desconfianza, el sospechosismo y la posverdad. Una década marcada por la urgencia y la impaciencia de Twitter, Instagram y WhatsApp.

De acuerdo con Pantone, este azul clásico, “atemporal y elegante”, nos devolverá la calma y la tranquilidad de espíritu que tanto necesitamos.

Es un color sólido, contundente e ilimitado que “evoca el vasto e infinito cielo crepuscular” y “nos anima a ver más allá de lo obvio y a ampliar nuestro modo de pensar”.

El azul del cielo justo cuando está a punto de caer la noche es uno de los paisajes más serenos en cualquier lugar del mundo. Los recuerdos más nítidos y emotivos de mis viajes están enmarcados en el azul crepuscular. ¿Cómo olvidar el cielo la tarde en que crucé el puente de Brooklyn? ¿Cómo no recordar la estampa toscana al anochecer contemplando el mar y el cielo de Livorno? La noche romántica en la que él y yo cenamos un “Mar y tierra” en las playas de Cozumel es un tesoro de mi juventud.

Definitivamente el color del año nos reconecta con la naturaleza y nos recuerda que somos nada frente a ella.

Azul clásico, este 2020 llévanos a contemplar más que a juzgar. Serena nuestra mente, ese “mono agitado que no encuentra reposo*” y nos empuja a la desgracia de dramatizar, suponer y calumniar.

Antes de escribir 280 caracteres de odio, traigamos a nuestra mente el recuerdo del mejor “crepúsculo” de nuestras vidas y recordemos que, al día siguiente, las noticias serán otras.

Pintemos de azul y calma a nuestro hogar y volvamos a disfrutar de una sobremesa familiar sin prisas.

Y juguemos. A maquillarnos los párpados de azul. A servir el té en una taza simplemente azul. El fin de semana preparemos un coctel a base de Ginebra o Curacao, como el que creó la marca del ron guatemalteco Botran, denominado “Classic Dawn Ponch”, al que añaden una onza del licor azul y otra de ¡jarabe de carbón activado!

Nuestra existencia es impermanente. El azul del cielo y el mar infinitos y atemporales. Celebremos el azul clásico, ése que contemplaremos mientras haya vida.

 

*Sutra para practicantes de budismo laico.

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