Hoy, como todos los días, entre 12 y 15 mujeres en México, morirán víctimas de cáncer de mama. El pronóstico fatal es que cerraremos el 2019 con 20 muertes diarias. Así de grave es esta fatídica enfermedad, la primera causa de muerte, en el país, en mujeres mayores de 25 años.
Octubre es el mes de la lucha contra el cáncer de mama, en todo el mundo. Publicidad intensa, edificios iluminados con luces rosas, eventos conmemorativos, estudios gratuitos y otras actividades, para crear conciencia sobre la detección oportuna. Porque detectarlo a tiempo nos salva la vida.
No hemos tenido el éxito. A pesar de las campañas de salud de esta letal enfermedad, en México sigue detectándose tarde. Más del 80 por ciento de los casos detectados están en las etapas III y IV, cuando la enfermedad está muy avanzada.
Sin embargo, debemos actuar en corresponsabilidad. Los gobiernos deben aplicar los presupuestos necesarios para prevenir y atender la enfermedad. Ordenar a las instituciones de salud, la atención de todas las mujeres que lo requieran, pero sobre todo a las que menos tienen, a las mujeres de bajos recursos.
Y nosotras debemos revisarnos, tocarnos, advertir cualquier síntoma de alerta, antes de que sea tarde. O sea, tenemos que ser responsables con nuestro cuerpo y nuestra salud, no solo en octubre, sino todo el año.
Porque el 90 por ciento de los casos de cáncer de mama se detectan mediante la autoexploración.
Las mujeres mayores de 20 años deben realizarse la autoexploración mamaria cada mes, después de la menstruación para detectar algún signo de alarma.
Después de los 25 años, lo recomendable es que un médico haga la revisión y después de los 40 años hay que realizarse la mastografía periódicamente.
El cáncer de mama, hay que reiterarlo, es el tumor maligno más frecuente en mujeres. Una de cada ocho tendrá este tipo de cáncer a lo largo de su vida.
¿Qué ha fallado? ¿Por qué a pesar de las campañas, desde el año 2000 las muertes de cáncer de mama van en aumento?
En los últimos ocho años, el número de muertes creció en un 18.7 por ciento.
Especialistas en el tema señalan que es necesario que los gobiernos municipales, estatales y local bajen el tope de la edad para practicar las mamografías, sobre todo cuando hay un factor de riesgo.
En la mayoría de las instituciones públicas las mastografías se realizan a partir de los 40 años y hasta los 69, porque es el rango de edad más afectado. Sin embargo, se ha detectado cáncer de mamá en mujeres menores de 30 y mayores de 70.
En las campañas de detección precoz se han detectado muchas fallas. Las mastografías masivas que se realizan en unidades móviles son deficientes y en ocasiones los resultados llegan hasta seis meses después del estudio. Tiempo valioso perdido, en caso de presentar la enfermedad.
Súmele que no hay suficientes radiólogos capacitados que interpreten correctamente los estudios.
Octubre ha sido el punto de partida, pero necesitamos que todo el año sea rosa, para revertir las cifras y que deje de morir una mujer cada dos horas.
Está en nuestras manos, para que no nos toque, hay que tocarnos.