El otro día, esperando en un café a una amiga, observaba de reojo a las demás personas que estaban en el lugar; es un ejercicio que me encanta, imaginar qué hace cada quien. ¿A qué se dedica? ¿Qué edad tiene? ¿Será de aquí o de provincia? ¿O de otro país? ¿Si es de otro país, qué la trajo a esta ciudad? ¿Tendrá pareja? ¿Será fiel o infiel?
Y así me puedo seguir.
Hoy me dio por pensar, ¿qué tipo de mujer me gustaría si yo fuese hombre o si mi preferencia sexual fuera hacía las mujeres?
¿Me gustaría alguien como yo? ¿O alguna de mis amigas? ¿Me sentiría atraída por alguien más joven o mayor, muy guapa o no tanto, que hablara muy fuerte, que tuviera una risa contagiosa?
Sin duda me llamaría la atención una mujer más por lo que hace que por cómo luce, aunque para eso tendría que conocerla un poco más.
Hay varias cosas que me parecen muy interesantes en una mujer, desde cómo habla y su tono de voz, cómo lleva el cabello, cómo sonríe.
Me gustaría una mujer que me dejara ver dentro de su bolso y que en vez de cargar una bolsa repleta de maquillaje llevara solo un labial y tal vez otras cosas más útiles, que me hablaran de sus intereses, de su personalidad.
Me encantaría una mujer que cargue una calculadora por ejemplo, una buena pluma y una agenda.
Me parecería muy interesante una mujer que opine pero no una opinóloga, que hable sin sustento solo por que si, que repita lo que dicen los chismes de las redes sociales o las amigas del club, no podría con una mujer que no hablara con un mínimo indispensable de análisis e información, que no sea genuina en cuanto a sus preferencias.
Me iría sin duda por una mujer que lee y bueno si pudiera elegir lo que lee, que no sea una revista de belleza ni del corazón (todo menos eso). Me gustan las mujeres que leen novelas, poesía, filosofía, historia, arte, incluso recetas de cocina y labores manuales. Me gusta la gente que anhela ser mejor, saber más, hacer cosas bellas, consentir a los suyos.
Me fijaría en una mujer segura y que no esté comprobando en el espejo y el celular si alguien más la está viendo, que se siente cómoda pero erguida, que haga contacto visual, que tenga una risa contagiosa pero no que busque llamar la atención con sus carcajadas.
Me gustan las mujeres que hablan de su familia y de sus cariños, con amor, con entusiasmo, no las que se quejan y acusan a sus hijos, esposos y jefes con los demás. Me gustan las mujeres que resuelven sus propios conflictos y que saben que lugar es para que, que no buscan conectar desde la desgracia y la posición de víctimas. Me gustan las mujeres que escuchan más de lo que hablan, que te ven a los ojos, que te tocan con aprecio, que realmente se interesan en los temas de los demás, que toman café fuerte, que priorizan a su acompañante antes que a su celular.
Imposible que me gustara alguien que toma video o transmite el momento, a menos que los demás estén de acuerdo y sea con una finalidad específica.
Me gustan las mujeres que ven películas, que ven series, que escuchan las noticias y se interesan en tener información y varios puntos de vista.
Me gustan las mujeres con objetivo pero también las que se dejan sorprender por el día; lo que no soporto es a alguien que se despierte y se desocupe y dirija su energía a quejarse o a criticar a otras mujeres.
Me gustan las mujeres que no confrontan, que admiran a sus amigas, que ponen de ejemplo a otras mujeres, que apoyan en lo que pueden a las que necesitan ayuda para trabajar, las que son solidarias, las que hacen rondas, reuniones, organizan viajes, recomiendan lugares.
Me gustan las mujeres que usan su propio nombre, que portan con dignidad los títulos que con tanto esfuerzo obtuvieron, pero que entre amigas siguen utilizando sus nombres de cariño.
Me gustan las mujeres que recuerdan rostros, eventos, situaciones divertidas, que saben los nombres de los hijos de sus amigas, que saben usar el horno y también el martillo; que saben recetas y las preparan con gusto; que comparten sus tips de belleza, las dietas que les han funcionado; que recomiendan a sus amigas profesionistas o las apoyan o les compran lo que venden.
Las que guardan secretos pero no se callan a la hora de decir una verdad o las que pudiendo ayudar prefieren no meterse en problemas, las prudentes.
Definitivamente, que bueno que soy mujer y no tengo que elegir a otra mujer, porque la verdad es que me gustan mucho las mujeres, todas las mujeres, encontraría siempre razones para amarlas a todas, para buscarlas, para coleccionar sus sonrisas y sus secretos, ser cómplice de sus aventuras y testigo de sus recuerdos.