«COLUMNA INVITADA» Ecuador: más allá de la crisis política - Mujer es Más -

«COLUMNA INVITADA» Ecuador: más allá de la crisis política

 

En la gran crisis que está viviendo la nación ecuatoriana, existen distintos tópicos, entre ellos el petróleo, territorio, cambio climático, pueblos indígenas, recursos naturales y la participación de una comunidad y una mujer.

El pueblo Sarayaku, indígena, petrolero, ojo del huracán de invasiones por su preciado recurso natural, su lucha: Selva Viviente tiene una gran protagonista, una mujer, su presidenta Mirian Cisneros, quien desde abril de 2017 fue electa para asumir las riendas de ese pueblo indígena.

¿Por qué resulta importante escribir de una mujer cuando el pueblo está en llamas? En este momento, en el que la dignificación de una cultura es tan necesario han salido a la lucha por su pueblo, no solo en su calidad de presidenta de su pueblo, sino para representar una lucha por la justicia social, por el pluralismo jurídico, por la dignidad y los derechos humanos, no solo de las personas sino de la madre naturaleza, en esta ocasión tiene rostro de mujer.

Evidentemente no es la única, ni es ella sola. No podría. La fuerza no sería la misma. Pero lo cierto es quien va al frente, quien decidió verdaderamente representar al pueblo del que forma parte, su origen y centro.

La lucha que ha encendido no solo las calles de Ecuador, también tiene un origen constitucional, esto es de derechos, en el caso, de la naturaleza.

Y es precisamente en el artículo 10 de la Constitución de Ecuador, menciona que: La naturaleza será sujeto de aquellos derechos que le reconozca la Constitución.

En ese país, a la naturaleza y a la madre tierra le llaman la Pacha mama. Por tanto en el mismo ordenamiento en el artículo 71, se establece: La naturaleza o Pacha mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos. Toda persona, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá exigir a la autoridad pública, el cumplimiento de los derechos de la naturaleza.

Como se observa, en ese país la Pacha mama tiene derechos, es la madre naturaleza, sigue teniendo forma de mujer. Y esto no se escribe de manera romántica. Aunque se podría, pero la referencia no es a aquella madre que acuna en su seno, que alimenta y que da vida.

En este caso, tristemente la analogía es a aquella mujer, la violentada, la vulnerada por las decisiones de otros y otras. Aquella que ha encendido de rabia a pueblos enteros cuando la han lastimado. A esa mujer que fue dañada y empezó una guerra de diamantina rosa. La mención es cómo le restituimos los derechos violentados a la Madre Naturaleza. Qué acciones tomamos para hacerle entender al otro que hay un precepto legal que debe ser observado.

Los vidrios rotos en Ecuador no alcanzan para restablecer las garantías a la Pacha mama.

Y en la profunda selva amazónica también están quedando los muertos y muertas por proteger a su madre.

Es entonces que nos damos cuenta que se están violentando derechos fundamentales de pueblos y comunidades indígenas, que la pluralidad jurídica y la cosmovisión con la que deben observarse y tratarse no está sucediendo. Que el derecho a la consulta y a la autodeterminación se ven obstaculizados en su pleno ejercicio porque las autoridades no están haciendo lo que la ley les obliga.

Esas son las razones más allá de lo político que dan forma a la protesta en Ecuador. A cada momento se están cometiendo crímenes de Estado, porque existe una orden superior para minimizar la lucha pacífica.

Para cerrar, con más preocupación que tristeza, recuerdo una tira de Mafalda en la que escucha las noticias en la radio dando el panorama mundial, su acción en usar las cremas de cara de su madre para embellecer un globo terráqueo. Ojalá eso fuera suficiente. No lo es. Respeto a los derechos de la Pacha mama en el Ecuador y en el mundo entero.

 

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