México.- La historia de la Independencia de México quizás hubiera sido otra sin la crucial participación de las mujeres que, si bien en su mayoría no empuñaron armas, sí pelearon con los enemigos de otras formas y brindaron su apoyo absoluto a los ejércitos nacionales.
La labor de estas mujeres, muchas veces olvidada por la historia, en ocasiones se resumía en tareas de espionaje, envío de cartas con mensajes importantes, creación de movimientos intelectuales, acompañamiento de los soldados, creación de planes y proyectos, suministro de bienes materiales, armas, comida y bebida, y otras muchas tareas contundentes que demostraban claramente de qué lado estaban y de que deseaban tomar partido en la lucha por la independencia del territorio mexicano.
En las páginas de la historia generalmente se habla de unas cuantas, pues en aquellos tiempos la figura femenina se encontraba a la sobra del hombre, limitada a las labores del hogar; pese a ello, todas ellas jugaron papeles de gran peso. Incluso, fue hasta el año de 1980 cuando se mencionó por primera vez a una mujer, Josefa Ortiz, en la ceremonia del ‘Grito de Dolores’.
En esta edición, tenemos a las más renombradas, sí, pero también a otras ilustres insurgentes poco reconocidas.
JOSEFA ORTIZ DE DOMÍNGUEZ
Nacida en la capital del país en 1768 fue, a sus 42 años, una de las primeras participantes en la llamada conspiración de Querétaro y pieza clave para el inicio de la lucha que encabezó el cura y revolucionario Miguel Hidalgo y Costilla, que destacó iniciando la primera etapa de la guerra de independencia de México con un acto conocido como ‘el Grito de Dolores’.
En su casa se inició el plan de la guerra de Independencia, que se extendió de septiembre de 1810 a 1821. Una vez en marcha, Josefa tuvo un papel fundamental como informante de los caudillos.
Cuando el Ejército Realista español descubre la conspiración, ‘La Corregidora’ convence a los insurgentes para que adelantaran la fecha del levantamiento de armas, que estaba previsto para el 1 de octubre de 1810.
Fue detenida y cumplió tres años de condena en un convento bajo los cargos de traición a la corona española. Falleció el 2 de marzo de 1829.
LEONA VICARIO FERNÁNDEZ
Utilizó su posición económica para financiar medicinas, el envío de mensajes y dinero para los insurgentes, además de darle refugio a algunos de ellos.
Formó parte de una sociedad secreta llamada ‘Los Guadalupes’, cuyos integrantes crearon una red de correos con Miguel Hidalgo, debido a que pertenecían a la sociedad virreinal y eso les permitía tener acceso a información sobre las estrategias de los españoles para combatir a los insurgentes.
En 1813 es detenida por los españoles y aunque la interrogan no delató a ninguno de los rebeldes. Murió el 25 de agosto de 1842 a pocos días después de habérsele concedido el título de “Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria”.
Fue además una de las primeras mujeres periodistas de México al participar en distintas publicaciones nacionales. El nombre de Leona Vicario también está inscrito con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro.
GERTRUDIS BOCANEGRA
Formó parte del movimiento de José María Morelos y Pavón y gracias a ella se estableció una red de comunicación entre las principales sedes de la rebelión, es decir, Pátzcuaro y Tacámbaro.
Se le envía a Pátzcuaro para ayudar a la toma de la ciudad por parte de los insurgentes, pero fue descubierta y aprehendida por el Ejército Realista, que la torturó para delatar a otros participantes de la guerrilla. Gertrudis se negó, fue enjuiciada y encontrada culpable de traición con sentencia de muerte.
Fue fusilada el 11 de octubre de 1817 a los 52 años.
MARIANA RODRÍGUEZ DEL TORO
Tras enterarse de la captura de algunos de los líderes independentistas, el 8 de abril de 1811, mientras se encontraba en una de las tertulias literarias que solía tener con otros simpatizantes del movimiento, Mariana incitó a liberar a los prisioneros y a atacar al virrey, pero sus planes fueron traicionados por un cura.
A pesar de haber sido encarcelada y amenazada de muerte por conspiración, Mariana no delató a ningún miembro de su grupo. En diciembre de 1820 fue liberada, pero murió entrado el año 1821, con lo cual no pudo ver consumada la independencia de México.
El nombre de Mariana Rodríguez Toro está escrito en letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro.
MARÍA IGNACIA RODRÍGUEZ “LA GÜERA”
Conocida como ‘La Güera’ Rodríguez fue una aristócrata criolla que brindó su apoyo a la causa independentista, principalmente por su cercanía con Agustín de Iturbide, quien después se convertiría en emperador constitucional de México.
Ignacia, además de benefactora financiera de la causa, habría impulsado e incitado a Iturbide, que militaba en el Ejército Realista, a unirse a los insurgentes.
En marzo de 1811 fue acusada ante la Santa Inquisición por mantener comunicación con Miguel Hidalgo y por adulterio. Sin embargo, solo fue exiliada al estado de Querétaro, temporalmente.
ALTAGRACIA MERCADO
Con su propio dinero y recursos, Altagracia creó un pequeño ejército para apoyar la lucha por la libertad, sin embargo este ejército fue desarticulado en su totalidad quedando solamente ella con vida, sin embargo el haberse quedado sola no fue impedimento para seguir luchando contra los enemigos.
Esta acción valerosa significó que los jefes españoles la dejaran con vida.
MARÍA JOSEFA MARTÍNEZ
Cuando su esposo, el jefe insurgente Miguel Montiel fallece, la valiente María Josefa Martínez se vistió con ropas de hombre y se puso al frente de las tropas del ejército insurgente para combatir.
Una vez descubierta se le arrestó y condenó a condena de prisión perpetua en la casa de reclusión de Puebla.
MARÍA MANUELA MOLINA
Molina participó en la campañas de Morelos y recibió el título de capitana, gracias a sus acciones hizo que el ejercito realista huyera, dando un mayor margen de desplazamiento a los insurgentes.
MARÍA JOSEFA MARMOLEJO
Esta confiable mujer se negó a colaborar con la causa realista y junto con otras mujeres se ocultó en San Miguel Allende, al ser descubiertas no revelaron el paradero de los soldados rebeldes.
ROSA JACINTA DE LA PAZ
Esta mujer indígena pasó a la historia por haber informado a los insurgentes sobre la llegada de los realistas en 1813, gracias a esto el plan de “llegada” tuvo que ser suspendido.
LUISA MARTÍNEZ
A diferencia de otras mujeres, la labor de Luisa Martínez sí incluyó el combate. Esta aguerrida mujer acompañó a su esposo en las batallas hasta que fueron derrotados en Michoacán.
Fue hecha prisionera y fusilada en el cementerio del pueblo junto a su esposo y otros soldados rebeldes.