«CEREBRO 40» El Informe de Gobierno con los datos de cada quien - Mujer es Más -

«CEREBRO 40» El Informe de Gobierno con los datos de cada quien

 

Todos los años yo veo el informe presidencial, lo aprendí de mi papá, desde que tengo uso de razón, aunque no me caiga bien el presidente o no esté de acuerdo en su desempeño.

El informe presidencial me parece un evento de importante relevancia al que todos los mexicanos sin excepción deberían de dar seguimiento.

Confieso que, en su mayoría, me han parecido, supongo que igual que a ustedes, un show mediático lleno de mentiras, cifras disfrazadas y exageraciones, en la que los asistentes se comportan a modo, aunque si reconozco mucho menos forzados que en los sexenios de mi niñez.

Cada Presidente y cada partido ha la tenido su estilo y sus distintivos, recuerdo informes sumamente violentos y también discursos ofensivos a la inteligencia de los ciudadanos.

Yo no soy politólogo, únicamente soy una ciudadana interesada en el acontecer nacional, no podría no ver un informe de gobierno, así como tengo interés por las finales de fútbol, las inauguraciones de los Juegos Olímpicos y las series de televisión, con mucha más razón necesito saber lo que pasa en México, lo más que pueda saber, lo que detrás de todos los encubrimientos y trampas pueda alcanzar a entender.

¿Cómo vamos a hacernos de un criterio si no prestamos atención en asuntos tan importantes?

Observó con tristeza la facilidad con la que los mexicanos hacemos declaraciones, juicios de valor, compartimos información, aseguramos datos solo porque lo escuchamos de alguien más o lo vemos en las redes sociales. Como nunca, a pesar de tener cada vez más acceso a la información huimos de ella, nos basta con medio escuchar al de a lado y ver algún meme en el Facebook para creer que sabemos de lo que estamos hablando y confiar en que tenemos la verdad absoluta.

Podemos estar de acuerdo o no con el gobierno, más aún después de un año tan complicado como este, con un nuevo sistema y cambios en prácticamente todos los ámbitos, con cifras tan alarmantes en temas como la delincuencia y la violencia de género, pero también cambios que pueden ser buenos o malos, no lo sabemos; pero los tenemos que conocer, leer razones, analizar con el sustento de información real y seria para poder entender lo que sucede en la economía del país, en la lucha contra la impunidad y la corrupción, en los proyectos sociales y culturales.

Teniendo la información podremos hacer después una evaluación, y calificar o no a el ejercicio de la ley.

Creo que más que un derecho es una obligación de los ciudadanos estar al día de lo que ocurre y demandar la información necesaria y transparente de las dependencias públicas.

Es muy fácil descalificar y repetir lo que todo el mundo dice, lo que vemos en las redes, lo que personajes anónimos dicen encubiertos a través de chistes, que acabamos repitiendo y asegurando sin conocer la procedencia y la veracidad de estos.

Si me preguntan a mí, diría que encuentro muchas cosas buenas y muchas malas, estoy satisfecha en muchos puntos y molesta en otros, encuentro aciertos, errores y áreas de oportunidad. 

La percepción de cada quien es algo estrictamente personal, incluso la de especialistas que hacen un análisis a profundidad del desempeño presidencial.

No es la intención discutir lo que está bien o mal, no me considero con los criterios y la experiencia para otorgar una calificación, lo único que yo recomiendo es, que para estar preparados, para saber lo que puede y lo que no puede pasar, lo que le concierne al gobierno federal y lo que está dentro fuera de su control, para ejercer una opinión con sustento, nos acerquemos a fuentes serias. En tiempo de nuestros padres no existían más que dos o tres fuentes noticiosas y eran totalmente parciales, ahora tenemos acceso a todo tipo de información, del gobierno y el partido oficial, de la oposición, de politólogos y sociólogos expertos. 

No podemos ni debemos quedarnos al margen de lo que pasa, ni escudarnos en pretextos como los que ponemos al respecto.

Jóvenes y adultos, trabajadores, empresarios, estudiantes, amas de casa, todos tenemos el derecho y la oportunidad de estar informados.

Solo así de verdad podemos formar una sociedad crítica y responsable, que libere opiniones objetivas y sustentadas.

El respeto por la información y el ejercicio de ésta es un camino de dos vías, quien emite las noticias y quien las recibe, y en esta carretera informativa se abren miles de posibilidades a la discusión y el escrutinio.

Nos lo han repetido hasta el cansancio, la única salida y la única esperanza de superación está en la educación, la de las aulas y la obligada y personal si queremos un mundo mejor.

Vea el informe, analícelo, critíquelos, compárelo, escuche otras opiniones para que no viva en el desinforme.

 

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