«EL ARCÓN DE HIPATIA» Congresos muy padres... y otros muy machos - Mujer es Más -

«EL ARCÓN DE HIPATIA» Congresos muy padres… y otros muy machos

 

El presidente del parlamento de Nueva Zelanda, Trevor Mallard, sorprendió la semana pasada en medio de las sesiones cuando se ofreció para cuidar al bebé de un mes de vida del diputado Támati Coffey mientras se producía un debate.

Mallard no sólo cuidó, sino acunó y dio el biberón, todo sin dejar de cumplir con sus funciones como presidente. Posterior a ello, escribió una felicitación a los padres del bebé en sus redes sociales.

“Normalmente, la silla del presidente sólo la usan los funcionarios que presiden, pero hoy una persona muy importante usó la silla junto conmigo”, tuiteó Mallard, junto con una foto de él alimentando con biberón al bebé,

Casos como el anterior causaron simpatía entre la población neozelandeza, que le agradeció normalizar la paternidad. Cabe recordar que el año pasado, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, hizo historia al ser la primera líder mundial en casi 30 años en tener un hijo en el cargo. Tras seis semanas de baja por maternidad, ella regresó a sus funciones, mientras que su pareja, Clarke Gayford, se quedó como padre en casa.

Existen varios ejemplos de cómo mujeres políticas (y ahora hombres también) han reivindicado el derecho a ser padre-madre y compaginado con sus labores legislativas. Como Hanne Dahl, la eurodiputada danesa que se convirtió en un ícono de la conciliación laboral y familiar en Estrasburgo después de que, en 2009, llevó a su bebé de dos meses al Parlamento Europeo.

“Por lo general está con mi marido, que disfrutó de un permiso de paternidad, porque yo no puedo abandonar mi puesto. Muchas veces está con él en su oficina y yo me acerco cada tres horas para alimentarla”, dijo a El Mundo en entrevista.

Asimismo, en América Latina, en 2015, la imagen de la diputada argentina Victoria Donda Pérez dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales. La foto muestra a la diputada amamantando a su hija de ocho meses durante una sesión del Congreso Nacional argentino en Buenos Aires.

Mientras que celebramos estas victorias culturales, Zuleika Hassan, una diputada keniana, fue expulsada del parlamento de su país en el mismo mes de agosto por acudir con su bebé de cinco meses a la sesión.
Tras acudir al pleno acompañada de su bebé, al que no pudo dejar con nadie en casa por una emergencia familiar, fue expulsada por el portavoz de la cámara quien le prohibió la entrada hasta que consiguiera dejar a su hijo con alguien. Lo destacable es que sus colegas mujeres decidieron abandonar la sala en protesta tras su expulsión.

¿Y en México? Imposible olvidar a Porifirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, decir un chiste machista. “Hay un límite de tolerancia materno-infantil”, indicó a la senadora Martha Márquez de Acción Nacional, quien había subido a la tribuna a hablar junto a su bebé. El comentario causó indignación, pero sólo entre la bancada panista, y algunos de la oposición.

Curiosamente, el desagradable comentario del presidente de la Cámara de Diputados y el posterior silencio de la bancada oficialista plantean una duda seria del compromiso con las mujeres madres y trabajadoras por parte del partido del presidente López Obrador, que se presenta como de corte más progresista.

“Es incongruente con lo que dicen”, comentó Márquez en entrevista para el portal Verne. Esto, sin sumar las dudas fundamentadas que surgen con la nueva presidenta del Senado, Mónica Fernández. En días pasados, una nota publicada por Leticia Robles de la Rosa (Excélsior 08-23 -2019) nos recordaba el incidente de Martha Cecilia Márquez, quien protagonizó con Mónica Fernández un momento de tensión, cuando la entonces vicepresidenta del Senado hizo un comentario sobre la bebé de la panista durante una sesión del pleno, lo cual generó que todo su grupo parlamentario la respaldara.

El 9 de mayo, durante la sesión del pleno, Mónica Fernández Balboa expresó: “farsante, mezquina”, cuando la panista Martha Márquez reprochaba las burlas que le hacían los morenistas en torno a su bebé, en medio de un debate acalorado.

Sería interesante saber si el supuesto de paridad de género que impulsó a Mónica Fernández a la presidencia del Senado se quedará en la nota o si, en verdad, esta vez se compromete con las mujeres antes que con la bancada.

Segunda oportunidad, senadora.

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