«DOLCE ÁLTER EGO» Golden milk. El latte que me late - Mujer es Más -

«DOLCE ÁLTER EGO» Golden milk. El latte que me late

 

La cúrcuma es uno de los productos favoritos de aquellos que viven obsesionados con los “superfoods”, en virtud de que se le atribuyen propiedades benéficas para la salud, entre ellas un poder antiinflamatorio. Tiene un color natural amarillo mostaza brillante, parecido al oro y, por si fuera poco, no sólo sabe delicioso, sino que reconforta el cuerpo y el alma.

Esta raíz de origen hindú –parecida al jengibre– cuya sustancia principal es la curcumina, es el ingrediente estrella del famoso curry.

Su sabor es intenso, algo terroso y más picante que el jengibre, por lo que no pasa desapercibido. Se revela mejor en compañía de los lácteos y ésa es la razón por la que la “Golden milk”, o leche dorada que la contiene, es una de las bebidas de moda en la Ciudad de México.

La raíz y los polvos de cúrcuma han sido utilizados por siglos en la medicina ayurvédica como remedio natural fungicida, desinfectante y antiinflamatorio, por lo que se suscribe para el tratamiento de la artritis, bacterias intestinales, cuadros gripales, disminución del colesterol y hasta para bajar los niveles de estrés.

Como sucede con todas las especies, la cúrcuma acelera el metabolismo debido a sus sustancias termogénicas. Actúa –casi inmediatamente– sobre el sistema respiratorio, digestivo y circulatorio, proveyendo de mucha energía a quien la ingiere, un efecto que yo misma experimenté la primera vez que probé mi ahora adorada “Golden milk”.

Aunque ya había escuchado maravillas sobre la cúrcuma y la leche dorada, mi primer encuentro con la bebida tuvo lugar hace poco en un Le Pain Quotidien.

Esa mañana yo iba dispuesta a ordenar su delicioso matcha latte, pero al ver la imagen de una bebida de amarillo profundo anunciada como “Cúrcuma latte”, no pude resistir la tentación de probarla y la ordené preparada con leche de almendras.

Era muy temprano, y con el estómago aún vacío, me dejé caer en los cojines “hippi chic” del local esperando mi bebida. Me trajeron un enorme tazón blanco con humeante espuma amarilla y “topping” de canela en polvo.

Percibí el aroma, tomé un sorbo, luego otro y uno más. De inmediato entré en calor y percibí una energía renovada en todo el cuerpo que me devolvió a la vida. Fue como beber un “boost”, pero sin los efectos cardiacos de la cafeína.

Desde entonces quedé obsesionada con la “Golden milk”, tanto que corrí a comprar mis polvos dorados para preparar la bebida en casa. La cúrcuma en polvo se encuentra disponible en tiendas de autoservicio (Superama, 138 pesos), farmacias (San Pablo, 215 pesos), tiendas naturistas (Bienesta, desde 75 pesos) , Amazon (desde 85 pesos; orgánica, entre 300 y 400 pesos). O sea, ya no hay pretextos para disfrutar de su sabor y beneficios.

Ahora, en lugar de tomar café después de la comida, prefiero ingerir mi “turmeric latte” justo en la golden hour, cuando el sol está a punto de ponerse y cae la noche.

No sólo me reconforta y permite continuar con las tareas al final del día, a veces también me alivia de otras dolencias. Definitivamente, este latte sí me late.

Vean la imagen con la receta ideal. Ahora sí ¡Salud!

Foto. Club Salud Natural

Aunque en el sudoeste asiático es una especia ampliamente usada desde la antigüedad, primero como tinte para textiles y luego para medicamentos y alimentos, en occidente, la fiebre por el turmeric apareció apenas en este siglo.

 

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