Redacción / México.- Activistas y defensores de la inclusión nos han compartido esta reflexión. Por tratarse de una denuncia dolorosa y de una situación protagonizada por personas que quieren seguir luchando por los derechos humanos de todos, omitimos los nombres de los involucrados, en la espera de la rectificación ética de las conductas aquí señaladas:
Tengo coraje. Quiero decirlo y no sé ni por dónde comenzar. Todos los días recibo CV con todos los perfiles. Personas con poca experiencia, mucha experiencia. Estudios parciales, finalizados, truncos, varios títulos, maestros, maestras, doctores, sin estudios, con oficios, con títulos técnicos.
Todos los días también recibo de mis colegas o de las redes de empleo, solicitudes de personal para cubrir vacantes. Algunas son abiertas en tiempo, otras temporales y en determinadas épocas algunas vacantes se convierten en urgentes. Además, los perfiles de las vacantes a cubrir pueden ser muy específicos o muy generales. Una vacante de alto perfil, es aquella que requiere al mismo tiempo amplia experiencia, educación y logros específicos comprobables.
Cuando los colegas o las redes buscamos cubrir una vacante de alto perfil de forma urgente, sabemos que es muy complicado encontrar un candidato así. Cuando lo encontramos, no tardamos ni diez minutos en contactarlo para entrevistarlo. Me llegó una solicitud para cubrir una vacante, urgentemente. Como “caída de cielo” para Francisco, a quien le he ayudado a encontrar empleo, pero su más reciente posición no está a la altura de su experiencia y conocimiento. Recordemos que la vacante es de alto perfil, urgente. Por lo tanto, tengo que confirmar que Francisco cubre el perfil, antes de recomendarlo. Además, es una solicitud directa de una colega.
Confirmado, súper confirmado. Incluyendo las referencias de los logros anteriores, lo llamo para hacer una pre-entrevista. Lo preparo y le pido que no dé nada por hecho, pero que su perfil se ajusta a la perfección.
Llamo a mi colega y le pregunto si aun está buscando la vacante urgente. “¡¡Sii!! Por favor mándame su CV, para que de inmediato le agende una entrevista, ¿tienes alguna información previa del candidato?”.
-“Claro”, le dije. Le hice saber los detalles de su experiencia y perfil.
-“¡Padrísimo! Le voy a agendar una entrevista inmediatamente. Oye, yo sé que tu agencia se dedica a buscar oportunidades a personas con discapacidad. Dime, ¿Francisco tiene alguna discapacidad?”
-“Si. Tiene una distrofia muscular. Usa muletas”.
-“Ok. ¡Gracias!”
Han pasado ocho meses desde esa llamada, nunca entrevistaron a Francisco.
Hoy la misma colega nos envió la misma solicitud urgente, con la misma vacante abierta, sin selección de personal previa. Yo sé que no han contratado a nadie en esa empresa para ese puesto.
Le llamé para decirle: “Oye, Francisco sigue esperando una oportunidad. No lo llamaste ni siquiera para conocerlo”.
-“Lo sé, es que ese puesto no está abierto para el programa de inclusión”.
Esa empresa recibió un premio a la inclusión.
Me da coraje que aun haya quien crea que la inclusión sea selectiva. Es una contradicción. No se puede decir, soy inclusivo, excepto para ti.
Una empresa que se dice inclusiva, por ejemplo, porque abre una sucursal atendida por personas mayores, después dice que ya no tiene plazas abiertas a su programa de inclusión porque ya tienen una sucursal “atendida por viejitos”. Así discrimina a personas con discapacidad o de cualquier otra minoría.
Otras empresas que salen en los medios como modelos de inclusión, porque participan cada año en días dedicados a la inclusión, pero minimizan a sus empleados con trastorno, o cancela oportunidades de ascenso a su personal con discapacidad.
Tengo mucho coraje, porque cuando Francisco envía una solicitud de empleo, piensa lo mismo que tú y yo. Espera que del otro lado haya una persona, que no se sienta juez determinante de nadie por apariencias externas.
Reclutador, recuerda. No estás buscando diamantes en medio de la basura. Estás buscando diamantes, en medio de diamantes. Y aunque a veces tu mismo te portes como basura, también eres un diamante. Por favor, brilla como tal.
Firma: la voz de personas con discapacidad buscando empleo y la voz de gestores de talento trabajando por la Inclusión, que decidimos compartir este caso real, para generar consciencia en la Inclusión Laboral de personas con discapacidad en México.