«RIZANDO EL RIZO» Los demócratas frente al segundo 'round' de Trump - Mujer es Más -

«RIZANDO EL RIZO» Los demócratas frente al segundo ‘round’ de Trump

“Las calumnias son demasiado infames para contestarlas solo con desdén”. 

Federico Andahazi en Las Piadosas.

                                                                                                                                   

La batalla por la presidencia de los Estados Unidos ha dado comienzo. De un lado, las fuerzas de Trump se reorganizan, ansiosas de extender cuatro años más su estancia en la Casa Blanca. Del lado contrario, la búsqueda del contendiente idóneo para enfrentar al Partido Republicano sigue en marcha. La semana pasada se efectuaron los debates entre los aspirantes a la candidatura demócrata. La segunda ronda, celebrada el 30 y el 31 de julio, se tuvo que dividir en dos secciones debido al alto número de políticos esperando ocupar el papel estelar. Desde un punto de vista optimista, esto es señal del mucho entusiasmo que hay para enfrentar las políticas inhumanas de Trump. Según una perspectiva más realista, se está evidenciando la falta de un liderazgo claro y contundente que favorezca la salida del magnate del despacho oval.

Entre los veinte aspirantes, han destacado significativamente tres: la senadora Elizabeth Warren, el senador Bernie Sanders y el exvicepresidente Joe Biden. Aunque el panorama aún no está del todo claro, es evidente que uno de ellos tres se está perfilando ya como protagonista. No podemos olvidar que, desde que Biden se lanzó a la carrera por la Casa Blanca, fue señalado como el rival más fuerte por Trump mismo, quien le dedicó una serie de tuits de bienvenida, asegurando que su posible candidatura se trataba de un “proyecto de reclamación” de la administración de Obama. “Algunas cosas simplemente no son recuperables”, sentenció el magnate, dejando claro quién es, desde ya, el adversario que más lo atemoriza. No obstante, el candidato a la presidencia por el Partido Demócrata no será nombrado oficialmente sino hasta el 2020.

Las opciones pueden fácilmente dividirse en dos categorías: los conservadores, entre los cuales se encuentra el exvicepresidente Joe Biden, y los señalados como más progresistas, entre quienes están Warren y Sanders. La división no es trivial: que la balanza se incline hacia uno u otro lado puede ser una diferencia sumamente significativa. Una opción conservadora puede atraer a muchos más votantes indecisos que una apuesta arriesgada, por contundente que sea. Esto fue evidente en el primer debate de esta segunda ronda: muchos candidatos criticaron las propuestas de Warren y Sanders, considerándolas descabelladas y una forma inviable de pretender derrotar a Donald Trump. En la época de las fake news, de la información descontextualizada, de las campañas de difamación en redes sociales y de discurso de odio, resulta complicado pensar que votantes antes indecisos o simpatizantes de Trump pudieran sufragar por el Partido Demócrata si éste es demasiado abierto en su defensa por los derechos sociales o por la protección a los migrantes.

La discusión se focalizó en los temas de siempre: el sistema de salud y la migración siguieron bajo la lupa, como lo han estado durante los últimos años. Bernie Sanders sigue sosteniendo la idea de crear un sistema de atención médica que incluya a todas las personas, propuesta que, lo crea usted o no, hace que una buena parte de la población estadounidense se rasgue las vestiduras. Lo que en muchas naciones es reconocido como un derecho, en los EE. UU. sigue siendo tratado con pinzas, como si se tratara de un privilegio. Este tema fue de inmediato bombardeado por los seguidores de Trump, cuya más aterradora pesadilla es que los migrantes indocumentados tengan acceso a los servicios de salud de forma gratuita. A las pocas horas ya circulaban videos sensacionalistas sobre el mal uso que se haría de los impuestos de la ciudadanía si se llegara a tener un servicio de salud para todos. Ésta es solo una pequeña demostración de lo viciados que estarán los comicios del 2020 debido a la desinformación y manipulación en medios y redes. Tampoco podía faltar la discusión sobre la crisis migratoria en la frontera con México. Aunque se sostuvo que el cruce sin los papeles correspondientes seguirá siendo ilegal, hubo quienes aseguraron que los migrantes indocumentados no pueden ser tratados como criminales. “No podemos declarar un crimen que alguien entre aquí”, afirmó la senadora Elizabeth Warren. 

En la segunda sesión, Joe Biden fue la estrella de la noche. La mayoría de los ataques fueron dirigidos en su contra, convirtiéndolo en el contrincante a vencer. Lo cierto es que él mismo se subió al ring desde el inicio, al declarar: “Los demócratas esperan un combate aquí, y espero que lo tengamos”. Biden fue cuestionado por las acciones que en su momento ejecutó la administración de Obama en temas como la migración, la justicia penal y el cambio climático. Independientemente de cómo pueda ser evaluado su desempeño, lo cierto es que tanto Trump como los aspirantes demócratas a la presidencia le han dado una importancia que lo hace ver, desde ya, como el futuro candidato. 

Aunque el panorama aún no esté del todo claro, lo visto en los debates es un adelanto de la forma que tomará la próxima batalla por la presidencia, una batalla que podría derrocar a Trump o alargar cuatro años más su permanencia. Por el bien del mundo, esperemos que los demócratas logren elegir bien.

Manchamanteles 

Tres tiroteos sucedieron en sólo dos días en los Estados Unidos. La laxa regulación en torno a la posesión de armas, aunada al discurso de odio propagado desde el poder ejecutivo, tiene consecuencias cada vez peores. En El Paso, Texas, el tiroteo de un individuo en un centro comercial dejó 20 personas muertas y 26 heridas. Supuestamente se trató de un crimen de odio (según un texto que publicó en internet el propio autor de la matanza, al que pomposamente se han referido como “manifiesto”). Apenas un día después, otro tiroteo tuvo lugar en la ciudad de Dayton, Ohio. La violencia está desbordada y seguirá así mientras la cobije el propio presidente.

Narciso el Obsceno 

El sollozo de un hipócrita. Trump aseguró este lunes que el odio “no tiene lugar” en los Estados Unidos. ¡Qué raro!, porque parece que es él mismo quien lo promueve. El presidente también se lamentó por la muerte de nuestros connacionales, pero de poco sirve lamentarse durante un rato, cuando el resto del tiempo difunde abiertamente el odio y el racismo en contra de los mexicanos en los EE.UU. El magnate también aseguró que estos tiroteos son culpa de “enfermedades mentales”. Seguramente, el racismo y el grave problema de control de armas que tienen los Estados Unidos son, para él, un invento de China… como el calentamiento global.  La “culpa” en nuestros días tiene también su nicho mercado, aquella que se le relaciona con el individuo que envuelto en su narcisismo supone un remordimiento y una gnosis reconcentrada que atiende al otro. Quizá al rescate de ese público apuesta esta sollozo. Narciso el obsceno hace de las suyas. Federico Andahazi (Buenos Aires, 1963)¸ es autor de una novela ejemplar: Las Piadosas, (1998) en el que muestra un mundo retorcido, repugnante, y algunos críticos literarios la han llamado una  obra maestra de un gótico renacido en el que aparecen los emblemas legendarios de las emociones más disimuladas en torno al amor al prójimo , al semejante , es escondido en la mezquindad de eso que llaman piedad y a la que hoy utiliza Trump pero Andahazi ya nos dio muchos pistas, la piedad huele a eco podrido de la desesperanza y un quimérico deber ser que ya no está en las pautas del “american way of life”. Poniendo en duda el mundo ideal y fantástico. ¿será este su ocaso?

 

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