Por Lydia Madero.
Hoy me puse un collar que me regalaron las integrantes de una Organización de la Sociedad Civil (OSC) de Michoacán. Conocí a este grupo de viudas indígenas despojadas de su casa y propiedades, según los usos y costumbres de su comunidad, en uno de mis recorridos como titular de INDESOL, alrededor del 2008. Estas mujeres después de muchas vueltas para ver a las autoridades que no les hacían caso, se integraron en una OSC e iniciaron un pequeño negocio de joyería artesanal y ropa típica mexicana de la zona.
A partir de este recuerdo, pensé en lo equivocado que esta el Presidente de la República al menospreciar la importancia que tienen las Organizaciones de la Sociedad Civil en México y en todo el mundo.
Seguramente hay algunas que se aprovechan de la ayuda del gobierno para hacer grilla o negocios, como el afirma el señor LÓPEZ, pero éstas son las menos y se pueden detectar y por supuesto castigar.
Indiscutiblemente la mayoría cumplen con una función muy importante.
Hay un gran número que hacen el trabajo que debiera hacer el mismo gobierno, cubriendo las necesidades de personas con capacidades diferentes, personas abandonadas, mujeres maltratadas, niños violentados, en situación de calle, madres solteras, etc, etc, etc., y por lo general lo hacen mucho mejor que el propio gobierno. Es muy importante que el Presidente las descubra y conozca lo que hacen y el valor que tienen para la sociedad. !No es posible que de un plumazo las desaparezca!
Otras sirven para cubrir las necesidades de personas o grupos de personas que a partir de una OSC, con un pequeño impulso del gobierno a través de INDESOL, inician un negocio que se puede convertir en sustento de familias enteras. Ejemplos de éstas las encontramos en grupos de indígenas de la sierra de Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Veracruz, Chihuahua, etc.
Estas personas no tienen otra forma de mantener a su familia y pueden llegar a crear una microempresas que los hará independientes económicamente.
Por otro lado está un grupo de filántropos integrados en OSC, que a partir de radiofrecuencia o satelitales, comunican a las zonas que no cuentan con telefonía y por supuesto ni internet, por no ser redituable y las auxilian en casos de desastres naturales o cualquier emergencia.
No podemos omitir los Refugios de Mujeres Maltratadas esparcidos por toda la República, que han salvado vidas de víctimas de violencia. Estos refugios pierden su verdadera función cuando el gobierno pretende asimilarlos ya que deben permanecer en la clandestinidad para que verdaderamente sirvan como refugios. Y peor aún cuando los quiere desaparecer, como parece ser el caso.
Así podría pasarme horas describiendo la función de las distintas Organizaciones de la Sociedad Civil que me maravillaron en los escasos dos años que fungí como titular de INDESOL.
Solo hay que asomarse al padrón de OSCs e investigar qué hace cada una.
El gobierno tiene que poner las condiciones para que los mexicanos se desarrollen por sí mismos. No queremos dependientes eternos condicionados a votar. Queremos adultos y niños felices orgullosos de sí mismos y de su Patria.
Queremos un México grande, fuerte, independiente, reconocido como tal en todo el mundo.
Estoy totalmente convencida que si cada uno de los mexicanos perteneciéramos a una OSC, México sería otro y el gobierno, en lugar de fomentar la dependencia, se podría dedicar a crear infraestructura y riqueza para TODOS los mexicanos.