«ELLAS EN EL RETROVISOR» “Siempre dicen que mi esposo me maneja”: Yolanda Tellería - Mujer es Más -

«ELLAS EN EL RETROVISOR» “Siempre dicen que mi esposo me maneja”: Yolanda Tellería

 

Hablar de paridad cuando ésta se vuelve un propósito constitucional es un acto alegre, reivindicatorio, democrático.

Buscar la paridad en el día con día de una sociedad machista, donde el club de Toby emerge en todos los frentes, es una tarea cansada y a veces hasta proscrita por nosotras mismas.

Estas dificultades son mayores cuando la representación política se observa a nivel local.

Sin embargo, el avance es significativo si, como lo ha escrito el politólogo Javier Aparicio, recordamos que en el año 2006 las alcaldesas aún no representaban ni el 4 por ciento del poder municipal en México.

Esa cifra fue del 9 por ciento en 2015 y de 14 por ciento en 2016, de acuerdo con el seguimiento del académico del CIDE.

De acuerdo con el análisis de Javier Aparicio, en 2018, de los mil 613 ayuntamientos entonces en disputa, 27 por ciento quedó en manos de las candidatas.

Y a nivel nacional, de los 2 mil 400 municipios de la República, 545 son gobernados por mujeres, según datos de la Asociación de Municipios de México.

La alcaldesa de Pachuca, Yolanda Tellería Beltrán, de 52 años de edad y militante del PAN, es parte de ese 22 por ciento.

Licenciada en sistemas de cómputo, empresaria, exregidora y exdiputada local, la presidenta municipal en la capital hidalguense lleva dos años y medio en el cargo, lapso en el que afrontó una huelga de siete meses de trabajadores de la alcaldía.

Al compartir su experiencia, Yolanda Tellería Beltrán afirma que los ayuntamientos apenas reciben el 8 por ciento de los recursos de la administración pública federal, cifra que considera insuficiente, por lo que afirma que uno de los desafíos de la llamada Cuarta Transformación es incrementar ese presupuesto.

Señala que también en este terreno, resulta urgente que se aplique la consigna presidencial de entregar las transferencias de dinero sin intermediarios, ya que éstas actualmente pasan por el filtro del gobierno estatal, convirtiendo su entrega en auténticos vía crusis.

Yolanda, primera alcaldesa mujer en Pachuca, asegura haber padecido violencia política de género en su partido, el PAN, cuando aspiraba a la candidatura y se pretendió de manera fallida establecer el criterio de que ese municipio sería disputado por un varón.

Esa situación la obligó a recurrir a las instancias nacionales del panismo y defender su derecho a competir.

Ya como alcaldesa electa, recuerda, comenzó la impugnación a sus nombramientos, sembrando la idea de que tendría que rodearse de hombres para consolidar su gobierno.

Relata que la principal actitud misógina que ha tenido que sortear es la del prejuicio de que “es mi esposo quien me maneja”.

Asegura que su mayor satisfacción es no haber perdido el contacto con los ciudadanos ni con las necesidades de servicios básicos de las comunidades.

Pero admite: “Solos no podemos. Necesitamos de la coordinación con todos la federación, con las autoridades del estado, con la ciudadanía, las organizaciones sociales”.

Narra que, en su gestión, la marcó la huelga de los trabajadores de la alcaldía, al haber asumido el reto de no ceder a una demanda salarial que habría colapsado financieramente al municipio en el futuro.

“Dije, ni modo. Tengo que enfrentar este momento difícil. No puedo dar más del 6 por ciento. Porque era irresponsable soltar los millones de pesos. Y eso me marcó: defiendo lo que creo, a mi municipio y, sobre todo, el futuro de mis hijas y sus familias”, relata.

Le pregunto a Yolanda Tellería qué piensa de las apuestas políticas del Presidente López Obrador. “Es muy importante que vayamos por cero corrupción. Pero también es importante reconocer que no se acaba por decreto. Me preocupa el paternalismo en los programas para las personas que viven en pobreza. Y en el manejo de la austeridad, veo riesgos por los recortes en las unidades de salud en las localidades más alejadas y lamento el cierre de las estancias infantiles. Me gustaría que el gobierno federal no sacrifique a todos bajo una misma vara”, resume.

Prospecto natural para la gubernatura de Hidalgo, aunque de ese tema prefiere todavía no hablar, la alcaldesa de Pachuca (2016-2020) asegura haber descubierto en este encargo una fortaleza personal. “Aprendí a reconocer esa energía, a enfrentar las dificultades con buen humor, cuando se puede. Y a defender mis decisiones. A no darme por vencida. Supe que tenía una fortaleza que se traduce en vitalidad, en no ceder cuando sabemos que estamos en lo justo. Hay situaciones en que yo quisiera salir corriendo. Porque hay días muy felices. Y hay días en que quisiera desaparecerme…Nunca pensé que resistiera tanto”, concluye.

¿Y LA PARIDAD SENADORAS?

Y si en la vida cotidiana de las alcaldesas, la violencia política de género sigue boicoteando la paridad sustantiva, en la puesta en práctica de este valor la incongruencia hace de las suyas.

Así lo estamos observando en el Senado de la República, donde feministas de todos los partidos no se atreven a defender el valor de la paridad para la futura presidencia de la Mesa Directiva.

Es interesante observar las conductas de legisladoras de Morena y PAN, primera y segunda fuerza en el Congreso, que apenas hace unas semanas defendían con ahínco el valor de los gabinetes paritarios y reclamaban que éste se extienda al Poder Judicial, gobiernos locales y organismos autónomos.

Pero ahora que ya se acerca el relevo de la presidencia del senador morenista Martí Batres, las parlamentarias paritaristas dicen que prefieren la continuidad…

Se trata de un fenómeno digno de observación porque retrata cómo en la teoría, en la retórica, en la tribuna, somos muy feministas, pero a la hora de la verdad, preferimos avalar a nuestro respectivo club de Toby….

¿Por qué?

En las próximas entregas iremos analizando esta ilustrativa coyuntura que tendrá que resolverse para antes del primero de septiembre.

 

Related posts

RETROVISOR: ¿Puede la justicia mejorarse en el odio, la mentira y la crueldad?

ACTOS DE PODER: Rosa Icela, Omar y Ariadna

ACTOS DE PODER: Las migajas del PAN