En política cuando se hace la referencia a los contrapesos, la idea general es la existencia de un peso que sirva para equilibrar una fuerza mayoritaria. En el caso de nuestro país con el mapa electoral posterior a las elecciones federales de 2018 y con los resultados de 2019 en las contiendas locales, existe una fuerza política que más allá de los triunfos en las urnas ha logrado alianzas y una mayoría en el legislativo federal que le permite con cierta soltura resolver sus propuestas e iniciativas.
La existencia de esa mayoría en el Legislativo, ha generado que determinados actores políticos consideren la idea de organizarse y caminar juntos, más allá de ideologías políticas, con la intención de generar el contrapeso que necesita desde su perspectiva el Ejecutivo Federal.
Rumbo a la renovación de la cámara baja en 2021, este domingo ha nacido un grupo de diversas fuerzas políticas y de organizaciones que buscan obtener registro como partidos políticos de nueva creación, han tomado la determinación de concentrar esfuerzos para lograr escaños en la próxima elección intermedia, con ello pretenden ser el contrapeso que no han logrado los poderes legislativo y judicial frente al gobierno de la 4T.
Asociarse de manera individual para tomar parte en los asuntos políticos del país es un derecho de la ciudadanía como lo establece el artículo 35 de la Constitución Federal, entonces quienes este domingo 23 de junio han determinado reunirse para generar un peso que consideran hace falta para defender las instituciones del Estado, así como las libertades, el rechazo al populismo, a favor del Estado laico, política migratoria en un tenor diverso al que maneja el Ejecutivo federal, respeto irrestricto a los derechos humanos, entre otros temas; lo hacen de manera legitima y haciendo uso de sus derechos.
Lo que podría cuestionarse es la base de la que parten, la piedra angular desde la que construyen esta estrategia es el PRD, en voz de sus últimos dirigentes, aquellos que en el sexenio pasado firmaron el pacto por México junto al PRI y al PAN.
Llama la atención que dentro del planteamiento de convertirse en contrapeso, que más bien podría ser la tabla de salvación de su registro como partido político en la siguiente elección federal, el PRD no se hace acompañar de sus aliados electorales del año pasado PAN Y Movimiento Ciudadano.
Se ha tomado de la mano de Nueva Alianza, partido que justamente en la elección pasada no alcanzó el umbral de votos requerido para conservar su registro de partido nacional. O por lo menos quien acompaña esta aventura es uno de los principales referentes de ese partido y quien fuera su candidato presidencial en 2012.
Es válido y legal que el PRD busque espacios para presentar su ideología y programa como partido político, es más, eso forma parte de sus obligaciones, sin embargo lo que llama la atención es que se presente como un contrapeso al gobierno que encabeza quien fue su candidato presidencial en dos ocasiones.
Ahora bien, presentarse con el nombre de FUTURO 21, en alusión evidente a las elecciones de 2021, confronta a quienes realizan la propuesta con la idea de algo que está por suceder y que al referir la palabra futuro genera una expectativa de que será novedoso, desconocido y a la vez anhelado.
Esta confrontación es porque finalmente al estar en la escena pública y al ser políticos de carrera puede existir un sin fin de cuestionamientos, pues finalmente la plataforma del PRD fue un proyecto que nació con una ideología cardenista y de contraposición con el priismo que en su momento impidió la candidatura del Ingeniero Cárdenas, ahora FUTURO 21 nace como oposición al gobierno federal, con un partido político que ha perdido la mayor parte de su militancia en el periodo previo y post electoral de 2018.
FUTURO 21 estará en los medios de comunicación, intentará conformarse seguramente como contrapeso en las cámaras del Congreso de la Unión, buscará apoyar seguramente en el proceso de conseguir los registro de las asociaciones políticas y se presentará con varios de sus portavoces en las boletas en 2021, veamos si construyen el peso que equilibre la decisiones de gobierno. Aunque pareciera que la intención es conservar el registro de partido nacional y las prerrogativas que ello permite.