Cuando la vida te obliga a reinventarte - Mujer es Más -

Cuando la vida te obliga a reinventarte

 

Muchas circunstancias pueden obligarte a reinventar tu camino en la vida, desde una enfermedad, un divorcio o el desempleo, hasta la necesidad de superar una adicción o cuando llega la edad de jubilación.

En el caso de los políticos, debe ser terrible irse a la banca, a la Reserva Nacional de Talento, cuando todavía están en edad productiva. Antiguamente el castigo por no pertenecer al grupo político en turno, era estar desempleado un sexenio; hoy, al parecer, el cambio de régimen supone que priistas ni panistas volverán jamás a la administración pública. Y muchos de ellos, sospecho, no son atractivos para ser reclutados tampoco por la iniciativa privada.

Es terrible el ocio forzoso. Incluso los exfuncionarios que hayan robado y tengan asegurado su futuro, estarán perturbados y de cabeza al no saber cómo ocupar su tiempo libre, cuando toda su vida profesional estuvo enfocada a grillar las 24 horas del día, y su expectativa era encontrar acomodo en la siguiente administración.

Quienes sólo vivieron volcados a su vida laboral seguro tendrán graves dilemas psicológicos, mentales y emocionales, para encontrarle un nuevo significado a sus vidas, pues dejaron de lado sus hobbies, aficiones e intereses personales, por buscar únicamente el poder y el dinero.

Me temo que cualquier desempleado -sobre todo aquéllos que no cuentan con ahorros ni patrimonio- sufrirán calamidades semejantes, sólo que los políticos a los que me refiero, tienen en contra el problema adicional de que su mercado laboral (la administración pública) ha colapsado por completo. Sus perspectivas profesionales simplemente dejaron de existir. Quienes hayan sido funcionarios honestos, ¿de qué van a vivir?

Todo esto me ha venido a la mente después de haber platicado con varios amigos exfuncionarios, que desde el 1 de diciembre viven como “señoras de Polanco”: van al gimnasio, luego se toman un café con alguna amistad y tan tán, la agenda del día se les ha agotado, y eso que apenas es la 1 de la tarde.

Platiqué con una amiga psicoterapeuta al respecto y me dice que ante cualquier caso que nos obligue a reinventarnos, primero debe vivirse un duelo, que no es otra cosa más que realizar un acomodo emocional, ante la pérdida que se esté enfrentando.

Semejantes reacomodos suponen volcar la atención en uno mismo, es decir, desarrollar una práctica constante de voltear a vernos a nosotros, descubrir nuestros patrones de pensamiento, los juicios en base a los cuales vivimos, nuestros defectos y virtudes, para que -a partir de ahí- podamos reelaborar nuestro futuro. Es un proceso consistente en ir reetiquetando nuestras creencias, para hacerlas más funcionales a nuestra nueva realidad.

Hacer una introspección de este tipo implica comenzar a hacernos cargo de nuestras emociones de manera consciente: entender exactamente qué estamos sintiendo, expresarlo verbalmente o de forma escrita, aceptar esos sentimientos y luego dejarlos ir.

Reinventarse es dejar de vivir en función del mundo exterior y, por el contrario, comenzar a habitar nuestros cuerpos y nuestras mentes. Supone abandonar la creencia de que el empleo, el dinero o el poder nos define, y entender que sólo desde el ámbito espiritual podemos rescatarnos a nosotros mismos. Practicar meditación ayuda muchísimo en este propósito.

Raúl Rodríguez Rodríguez,
Analista y escritor.
Twitter: @rodriguezrraul
Instagram: raulrodrodmk

Related posts

RIZANDO EL RIZO: ¿El Retorno a la Barbarie?

EL ARCÓN DE HIPATIA: Partido de Acción Patriarcal

Pese a discurso presidencial, PEF 2025 contempla menos gasto en política de género, primera infancia y cuidados