En la cultura prehispánica, grupos indígenas moldeaban cráneos de niños por cuestión de rango social, poder o divinidad. Hoy un especialista tapatío, reconocido a nivel mundial, utiliza un método de movimiento craneal, a la inversa, para dar simetría a los cráneos de bebés y evitar con ello, afectaciones a futuro sean físicas, neurológicas y emocionales. En México no hay cifras confiables de defectos craneales en la población.
El neurocirujano pediatra, Francisco Guerrero, pionero en la investigación, tiene el sueño de que los niños mexicanos tengan sus cabecitas perfectas. Es muy común que las mamás noten en su bebé algunas deformidades craneales, algunos están sumidos o con asimetrías. Escuchan vez tras vez, incluso hasta de los pediatras, que “se le iba a quitar”, “que no se acueste de un solo lado”.
Sin embargo, al pasar los meses, la situación no cambia en 20 por ciento de los casos. Eso le pasó al bebé Franco, sus papás cuentan que en lugar de mejorar, apareció una protuberancia en la frente; sus ojos y una oreja cambiaron de posición. Su abundante cabellera impedía ver la deformidad de 27 milímetros, cuando se considera normal hasta cuatro milímetros. Franco fue diagnosticado con plagiocefalia severa y tortícolis. Tras meses de terapias de movimiento craneal, hoy prácticamente la deformidad craneal es imperceptible.
Derek, otro bebé, tenía asimetría craneal por tortícolis congénita, plagiocefalia y braquicefalia. Karina, su madre, cuenta que con la terapia craneal dio un cambio radical porque Derek se pudo sentar, girar el cuello y levantar los brazos.
Algunos simplemente notan la deformidad craneal porque los sombreros y cascos protectores (utilizados por motociclistas o trabajadores de la construcción), simplemente no les quedan. Pero en casos severos, la asimetría craneal provoca desfiguración en el rostro; el doctor Francisco Guerrero explica que niños, adolescentes y adultos con asimetría pueden tener problemas de oclusión dentaria, problemas de posicionamiento de los dientes, de la articulación que une la mandíbula con el cráneo, problemas de infecciones recurrentes de las vías auditivas o respiratorias. En casos severos se reporta lagrimeo o diáfora.
Los niños con asimetría craneal suelen ser blanco del bullying en la escuela, además podrían tener otras repercusiones, quizás en motricidad o desarrollo cerebral.
En México no se detecta el problema de salud de forma temprana, ni siquiera se sabe cuántas personas tienen el cráneo deforme. El especialista sueña con lograr que todos los niños mexicanos con dicho padecimiento, reciban terapia y se les evite sufrimiento a futuro porque la cabeza, en sí mismo la cara, es una carta de presentación. Además de una cabecita perfecta, depende el desarrollo correcto de la masa cerebral.
El neurólogo es reconocido en el mundo, pero en México poco se le conoce; su rostro es amable, de personalidad simple y sencilla, nada ostentoso. No se jacta de sus logros, solo se concentra en sus estudios de investigación y en la terapia de los infantes que llegan a su centro médico.
Su computadora está llena de fotografías craneales y de rostros de bebés; el antes y después del tratamiento, es impactante.
El sueño de este médico es lograr en México una fundación que signifique alegría para bebés y papás… su nombre simple y sin ostentación: Cabecitas perfectas.