Según las encuestas conocidas hasta hoy, el partido Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, ganará las elecciones extraordinarias para gobernador de Puebla.
El candidato Luis Miguel Barbosa tenía un obstáculo del tamaño del iceberg que hizo naufragar al Titanic y era el senador Alejandro Armenta, compañero de partido del candidato morenista.
La postura del legislador Armenta puso en riesgo el triunfo holgado de Barbosa en Puebla. No reconocer la determinación de la dirigencia nacional de MORENA de impugnar ente el INE la candidatura de Barbosa, causó problemas al interior de ese partido que llevaron a una confrontación de la presidenta Yeidkol Polevnsky con Alejandro Rojas Díaz Durán, el excoordinador de asesores del líder de la bancada morenista en el Senado, Ricardo Monreal.
Fue este último el que logró que el lunes se reunieran Barbosa y Armenta. En sendos mensajes de Twitter, el candidato y el exaspirante a gobernador reconocieron la intervención de Monreal con “oficio político” para reconciliarlos. Armenta agregó que la reunión propiciada por Monreal “es el primer paso hacia el triunfo inobjetable de nuestro partido en Puebla”.
Las declaraciones cibernéticas de Armenta parecieran que dan punto final a la disputa entre correligionarios.
Ahora, a Barbosa le queda enfrentar a un candidato como Enrique Cárdenas, postulado por el PAN, que tiene buen arraigo en la entidad.
La lucha electoral en Puebla tiene un ingrediente trágico por la muerte de la gobernadora Martha Érika Alonso, hecho que algunos panistas usan para hacer campaña en contra de Barbosa.
Será muy difícil derrotar a Barbosa desde una oposición desarticulada y extraviada. El verdadero opositor del candidato morenista estaba en su partido y con la reunión promovida por Ricardo Monreal, parece que los nubarrones en esa campaña se disiparon.
La Letrina. Renglones arriba mencionamos a Alejandro Rojas Díaz Durán como uno de los elementos que provocaron olas en la campaña de Barbosa -lo impugnó ante el INE- y generaron una disputa con la presidenta de MORENA. El estilo estridente de Rojas Díaz Durán no es nuevo, baste recordar que, en 2018, aseguró que quitaría al gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca. Pues malas noticias para el Rojas Díaz Durán: durante el primer trimestre de 2019 disminuyeron en 27.7 por ciento los secuestro en la entidad. Además, en Semana Santa, la ocupación hotelera de Tamaulipas fue de 90 por ciento jueves y viernes santos, con una visita de 2 millones 463 mil, que dejó una derrama económica de mil 736 millones de pesos. Los principales destinos fueron Ciudad Madero, Tula, Tampico, Gómez Farias y Jaumave. Los turistas llegaron, principalmente de Nuevo León -a pesar de una campaña radiofónica realizada en ese estado para tratar de evitar el turismo hacia Tamaulipas- y Texas, Estados Unidos. Las cosas no se le dan a Rojas Díaz Durán, ni en Puebla y tampoco en Tamaulipas.