En un mundo ideal, todas las mujeres en México tenemos derecho a una vida próspera y apacible, con acceso a la educación, servicios de salud, oportunidades de empleo, transporte seguro, protección legal contra el acoso y a servicios financieros.
Aunque el género femenino ha conseguido avances significativos en la participación política, artística, empresarial y deportiva, aún prevalecen graves rezagos en materia de pobreza, violencia y discriminación. El dolor tiene, todavía, cara de mujer.
Por eso es que la reciente integración de Patricia Trujillo Mariel, comisaria general de la Policía Federal, a la Coordinación Operativa Interinstitucional de la Guardia Nacional, provocó sorpresa y levantó altas expectativas. Su ficha curricular es espectacular, admirable -diría yo-, pues no hay que olvidar que esos espacios de liderazgo son los modelos a seguir de miles de niñas y jóvenes.
Con apenas 52 años, Patricia Trujillo es la primera mujer que se desempeña como Comisaria General de la Policía Federal y, en su momento, fue también fundadora y la primera mujer en dirigir la Policía Científica de esa corporación.
Es médico cirujano por la Universidad Veracruzana en donde obtuvo el primer lugar en promedio de generación y con eso, la mención honorífica, así como el Premio Nacional AH-Robins que se otorga a los estudiantes más destacados en Medicina.
Cuenta con 12 doctorados: tres académicos y nueve Honoris Causa. Realizó una estancia posdoctoral en el área de Criminología en la Universidad de Castilla-La Mancha, España, y cuenta con la maestría en Medicina Forense en la que se graduó con Mención Honorífica.
Es fundadora de la División Científica de la Policía Federal, fue titular de la Coordinación de Criminalística de 2009 a 2016 y fue designada como titular de la misma División de octubre de 2016 a la fecha.
Además, es la primera mujer en ser titular de la División Científica y la primera en obtener por examen de promoción el grado de Comisaria General
Su especialidad son las ciencias forenses, la criminología y la ciberseguridad. En 2016, Trujillo Mariel fue reconocida por la Confederación Internacional de Salud como Médico del Año y ha participado en diversas comisiones internacionales en la OEA y la ONU.
En 2018 fue reconocida por la revista Forbes como una de las 100 Mujeres Más Poderosas de México, y un año antes recibió el Premio CIS como Médico del Año.
Fue directora del Instituto de Medicina Forense de la Universidad Veracruzana, institución que en el año 2014 la designó como directora vitalicia. Se desempeñó asimismo como coordinadora de la maestría en Medicina Forense y coordinadora de investigación de la Vicerrectoría de la región Veracruz de la Universidad Veracruzana. Además es creadora del Observatorio de Violencia del Instituto de Medicina Forense
Por supuesto que una trayectoria así de impresionante también provocó suspicacias y las benditas redes sociales dieron cuenta de una serie de cuestionamientos, cuya aclaración sería pertinente y motivante.
¿Por qué en el Registro Nacional de Profesiones sólo aparece su Licenciatura como Médico Cirujano y la Maestría en Medina Forense? ¿Dónde están los 12 doctorados? ¿Cómo consiguió realizar 12 doctorados, si un doctorado requiere un promedio de 5 años de estudio e investigación?
Lo cierto es que si Patricia Trujillo Mariel logra incidir en el diseño y operación de la Guardia Nacional, habremos conseguido una aliada importante para arribar a la meta anhelada: romper el techo de cristal y abrir el camino a mujeres capaces, brillantes, trabajadoras, comprometidas y empoderadas.
Sólo imaginar que en el reclutamiento y promoción de los 80 mil integrantes de la Guardia Nacional se realizará con perspectiva de género y que habrá canales efectivos para atender los casos de acoso o discriminación, lo que demostrará que las mujeres pueden utilizar el conocimiento, la influencia y el poder en beneficio de otras.
Al final de cuentas, como mujer y como servidora pública, de eso se trata la vida: de escribir la historia, construir la Patria, hacer que la voz se escuche y los derechos valgan.