Una conocida y prestigiada psiquiatra mexicana -especialista en adicciones- me dijo un frase que me provocó desazón: los jóvenes en este momento y tal vez como nunca, están bajo una excesiva presión; por un lado ven a los famosos “influencers” o “youtubers” que con solo anunciar algo ganan millones de pesos y por otro lado la realidad lastimante, terminan una carrera y no saben qué hacer, pocas oportunidades laborales y sueldos míseros, sin prestaciones ni seguridad laboral.
Los nacidos entre los 60 y 70 teníamos como objetivo terminar una carrera universitaria para tener prácticamente asegurada la movilidad social. Para los padres de entonces, era una especie de alivio el que optáramos por la universidad. Los títulos de licenciado, doctor o ingeniero eran más que suficientes para que pudieran pensar que teníamos al menos la posibilidad de poder recorrer escalafones laborales, hasta lograr un buen sueldo –no en el caso de los licenciados en periodismo, que desde entonces los títulos no han ayudado de mucho- y poder retirarnos a vivir una vejez tranquila con una pensión decorosa.
La psiquiatra me comentó que cada vez veía más casos de depresión y ansiedad entre los jóvenes así como problemas de adicciones y de trastornos como bulimia, anorexia o ludopatía. “Es que son los formas como ellos sacan el excesivo estrés que traen”. Tras la conversación revisé cifras recientes de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, ENCODAT. En los últimos 10 años el consumo de alcohol inicia a edades más tempranas, en promedio los 12 años. Dos de cada 10 niños y niñas de 5º y 6º grado de primaria dicen haber probado alguna bebida alcohólica. El consumo excesivo de alcohol ha aumentado de 2.2 a 7.7 por ciento en mujeres de 12 a 17 años de edad.
En cuanto al tabaquismo la edad promedio de inicio del consumo de tabaco diario en los adolescentes es de 14.3 años y fuman un promedio de 5.3 cigarrillos por día.
Por otra parte especialistas de la UNAM revelan que cerca de 2.5 millones de jóvenes de entre 12 y 24 años sufren depresión.
Aunque hay quienes dicen que cada época tiene su propia problemática a nuestros adolescentes les tocó una época muy difícil de vivir. Tal vez los padecimientos son más visibles o más diagnosticados, pero también es un hecho que como nunca enfrentan una precariedad laboral. Trabajos temporales con pocas o nulas prestaciones. Y mientras el grueso de los chavos enfrentan esta problemática las redes sociales los hacen ver un mundo fácil aparentemente donde la fama y el dinero se conquistan con un video, miles y tal vez millones de likes. De ese tamaño la presión que enfrentan los chavos hoy en día. Que no nos sorprenda el hecho de que busquen el dinero fácil . Tiene razón mi amiga psiquiatra, los chavos están bajo una excesiva presión. A propósito, en su edición dominical el periódico El País trae un reportaje imperdible, sobre la precariedad que enfrentan los jóvenes en España. Qué decir en países como México con una marcada desigualdad, falta de oportunidades laborales y además la violencia.