«EL RING DE LOS DEBATES» El amor en los tiempos de la violencia - Mujer es Más -

«EL RING DE LOS DEBATES» El amor en los tiempos de la violencia

 

Llevamos juntos tres años. Él tiene 4 años más que yo. Al principio era muy dulce y cariñoso, paciente, pero muy pronto empezaron las peleas por el vestido corto, las uñas pintadas, el saludo de mi vecino, la fiesta de mi mejor amiga. Un día terminó conmigo, me sentí desolada. Una semana después, ya se paseaba con otra chica, más bonita que yo. Sólo de pensar que de verdad se había acabado la relación, sentía que me moría. Regresamos unos días después, pero ahora todo es más violento, me grita, me envía mensajes horribles, me golpea, tengo los brazos y las piernas llenas de moretones.  Le he pedido que cambie, porque me hace daño.  Él dice que soy muy chillona, que de todo me quejo.  Me siento muy sola, no sé qué hacer. A veces pienso que sólo me queda el suicidio.

Ella es Alma, pero podría llamarse Clara o Rosa María. Tiene 15 años, se siente profundamente enamorada, tiene miedo y ya piensa en el suicidio producto de la violencia que la rodea. Es un claro ejemplo del amor en los tiempos de la violencia.

En nombre del amor, las niñas y jóvenes están confundidas por las reglas familiares y los estereotipos de género. Creen que las conductas controladoras del novio celoso y machista son muestras de amor.  La razón es muy simple: en sus propios hogares esas conductas se repiten y son aplaudidas cuando el hermano mayor lleva a una novia distinta cada día a la casa, la madre llora a escondidas cuando descubre lápiz labial en la camisa del esposo, o la hermana abandona la prepa para casarse con el novio de toda la vida porque “lo primero es la familia”.

Así es que si el chico que le gustaba a todas sus amigas te pide ser su novia, aceptas. Luego, él te dirá: “no te vistas así”, “no me gusta que le hables a fulanito”, “tus amigas no te convienen”, o “si yo no voy a la fiesta, tú también te quedarás en casa”.

Suspirarás emocionada porque crees que él te adora y así te lo demuestra. Pero, cuidado: sólo quiere controlarte, decidir por ti cómo debes vestirte, aislarte o elegir los amigos que debes frecuentar y la vida social que él quiere para ti.

Luego vendrán las escenas de celos, las llamadas para controlar con quién estás y en dónde, el chantaje emocional, los insultos e incluso los golpes. Es decir, todo el catálogo de la violencia en el noviazgo: física, sexual, psicológica y económica.

La escena es romántica, de telenovela. Tu novio es tan maravilloso que te regaló un teléfono celular de segunda mano, pero de última generación. Hasta un plan de llamadas contrató para ti “para que siempre estén conectados”, es el más barato, pero hizo un gran esfuerzo por ti.

Otra vez, cuidado. De esa forma controlará tus llamadas, cada mes cuando revise la factura que él paga, podrá ver con quién hablas, por cuánto tiempo, en qué fechas y horarios.  ¿También le diste la clave de acceso a tu celular?  Es posible que también haya descargado una App de geolocalización, así sabrá en dónde estás, en tiempo real.

Después te dirá que es el momento de dar un paso importante en la relación. Empieza a tocarte, tú no quieres, es el pudor, la primera vez, pero él quiere más y más. Ante tu negativa, él amenaza con terminar, buscará a alguien mayor, más madura, no una niña como tú.

Te asustas, no lo quieres perder y, al final, cedes. Nuevamente, cuidado. Puedes ser víctima del chantaje más viejo pero eficaz del mundo: la violencia sutil, la intimidación. Surte efecto y él consigue lo que quiere porque lo amas y crees que él también te ama.

Las madres y padres de familia, los abuelos y los tíos que son el entorno más cercano de las niñas y jóvenes que son víctimas de cualquier tipo de violencia en el noviazgo se darán cuenta de todas las señales que no quisieron ver, cuando baja el rendimiento escolar, se presentan los síntomas de la depresión y la baja autoestima, las infecciones de transmisión sexual o los embarazos no deseados.

Cuidado, los 500 mil embarazos de adolescentes en México, según el Consejo Nacional de Población (Conapo), no son una exageración. Sí pasa y con cada vez mayor frecuencia.

“Quien bien te quiere, te hará sufrir”. “El que te pega, te quiere”.  No es cierto. El amor no lastima. El amor en el noviazgo debe estar basado en el respeto, la confianza, el diálogo y el apoyo mutuo; sin celos, chantajes, control ni golpes. Festejemos un amor sin violencia.

 

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