Las determinaciones del gobierno federal, se consideren buenas o malas tienen un impacto mediático en los gobiernos de las entidades federativas, de tal forma que, si estos no son emanados de la misma fuerza política que el presidente de la República reaccionan intentando acciones en contra de las propuestas o actos que consideran afectan el pacto federal.
En dichas entidades el contrapeso político lo hacen los integrantes de los congresos locales que son de la misma filiación política que el primer mandatario de la nación, por lo que, las determinaciones y acciones de los gobiernos locales se han visto inmersas en diversas disputas como pasó con los nuevos impuestos que tuvieron que revertirse posteriormente a la aprobación del Paquete Económico en diciembre de 2018 o el caso del paro de labores de los profesores de la CNTE, ambos casos en Michoacán.
Sin embargo, más allá de filias y fobias a las propuestas con el sello del gobierno federal, lo cierto es que, los actos que se han llevado a cabo permiten a la ciudadanía evaluar desde su percepción lo bueno o malo.
Conocer las acciones de gobierno es importante pues brindan la oportunidad a la ciudadanía de que tome decisiones, sobretodo en tiempos electorales, evidentemente en campañas federales genera mayores efectos.
Ahora bien, en los últimos días han circulado algunas encuestas de la percepción de los gobernados de las dos entidades con las elecciones más llamativas, al tratarse de los dos estados en los que se elegirán las gubernaturas, que dicho sea de paso, ambos han sido gobernados por el PAN, Baja California con gobiernos por tres décadas consecutivas y Puebla con una elección extraordinaria tras la lamentable muerte de la gobernadora en funciones.
Las mediciones muestran una importante diferencia a favor de MORENA, aún y cuando no existen candidaturas definidas a favor de persona alguna, lo cual significa que las acciones del gobierno son un reflejo de cierta aceptación por el gobierno de izquierda que inició en diciembre de 2018.
A pesar de las muchas inconformidades que han señalado legisladores federales del Congreso de la Unión, expresidentes de la República, dirigentes partidistas, gobernadores de oposición y líderes de opinión, lo cierto es que los posibles votantes de las entidades señaladas ven como mejor opción de gobierno la propuesta izquierdista, con una aceptación que rebasa el 50 por ciento de intención.
Las encuestas difundidas señalan un amplio conocimiento de la ciudadanía de los actores políticos locales y federales, califican como positivas las acciones emprendidas por el gobierno federal anunciadas como de lucha contra la corrupción y permiten entrever rechazo al partido que ha gobernado en el último tiempo.
Es sorprendente que la intención del voto por el partido que gobierna el país rebasa el 50 por ciento, mientras que las otras fuerzas políticas en lo individual no suman ni un 20 por ciento.
También es importante señalar que una elección local no tiene la misma fuerza que una federal, en las que existen más candidaturas y un gran número de spots ofertando las distintas propuestas electorales, sumado al desánimo de acudir nuevamente a las urnas en tan poco tiempo, casi un año después de la elección federal pasada, por tanto esas mediciones son tan interesantes en este momento en que aún no hay candidaturas ni han dado inicio las campañas electorales.
Sin poder calificar al gobierno federal a 80 días de iniciado, lo que si se puede evaluar desde los resultados de esas encuestas es que el reflejo de las acciones de gobierno es bueno en los estados donde gobiernan otras fuerzas políticas y que han sido muy conservadores en su forma de votar.
Finalmente, lo que también podemos rescatar es que la ciudadanía a través de esa herramienta de decisión como es el voto popular determinará qué sí y qué no quiere, a quién le entrega el poder y a quién se lo quita, ojalá que la decisión ciudadana sea tomada responsablemente, que acudan a las urnas y que lo hagan evaluando en todo momento la forma de gobernar y analizando las propuestas.