En tiempos de una inédita hegemonía partidista, y con un Presidente de la República tan querido como temido, ¿quién se atreve a ser oposición?
¿Quién dará los primeros pasos para la reconstrucción de sus respectivas fuerzas políticas, después de la derrota del primero de julio?
¿Y quién tendrá el valor de admitir los vicios y los errores que le permitieron al presidente Andrés Manuel López Obrador acuñar una narrativa en contra de “la mafia del poder”, etiquetando a la actual oposición como su incubadora, defensa y tapadera?
¿Habrá valientes dispuestos a desmentir la retórica oficial, azuzada por el mandatario y su base morenista y ciudadana, con fanáticos incluidos, de que PRI, PAN, PRD no sirvieron ni servirán?
¿Alguien intentará depurar las filas de lo que el Presidente llama despectivamente el PRIAN, sin reconocer que aun en medio de la derrota, los candidatos de esos partidos representaron a 22 millones de mexicanos en las elecciones de 2018?
La pregunta ronda entre los analistas, intelectuales, empresarios y en las curules y los escaños del Congreso.
La duda de si la oposición se atreverá a serlo se asoma entre sus propios políticos y entre los del partido en el poder, Morena y sus aliados del PT y del PES.
Este jueves 31 de enero de 2019, una mujer, priista desde siempre, ha dicho yo voy...
Se trata de la exgobernadora Ivonne Ortega, quien ha lanzado en sus redes sociales el anuncio de que trabajará para disputar la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional.
Senadora, diputada local y federal, alcaldesa y secretaria general del PRI a lo largo de su biografía política, la exmandataria estatal de Yucatán propone “retomar la tierra”, un requisito indispensable para la política mexicana hoy cuando el Presidente de la República es un hombre que no descansa en el encuentro con la gente.
Ivonne Ortega habla también de la necesidad de estar cerca de la militancia, una tarea que se dejó de hacer en el sexenio del priista Enrique Peña Nieto y que explicaría, en parte, la debacle electoral de su partido, que cayó a tercer lugar hace siete meses.
Con el logo de un corazón que se forma de varias figuras humanas en rojo y verde, la política se pronuncia por una elección interna mediante consulta abierta a las bases y plantea que urge la reconciliación entre los priistas.
Ya en el arranque de este 2019, Ivonne Ortega emprendió en Yucatán un ejercicio similar al sumar a los liderazgos estatales para renovar la dirigencia partidista local al margen de las prácticas centralistas que tanto perjudicaron a la marca, al sumar a personajes sin identificación con el tricolor.
En su lanzamiento en redes sociales por la presidencia del PRI, también propone la construcción de una estrategia electoral, la importancia de impulsar nuevos liderazgos y la de asumir el rol de oposición.
“Me formé en la oposición y quiero construir una que aporte a favor de México”, expuso.
Y dijo contar con la experiencia y la capacidad para impulsar un proceso de recuperación del PRI.
Ivonne Ortega también ha pedido a la dirigencia actual, encabezada por la senadora Claudia Ruiz Massieu, que lance ya la convocatoria para elegir al próximo presidente priista mediante consulta a las bases.
“Miles de militantes quieren expresar su sentir y la forma de hacerlo es por medio de este método. Necesitamos que la reconstrucción del partido esté basada en la escucha y cercanía a nuestros priistas”, argumentó.
Habrá que esperar al proceso interno priista para ver quiénes más se apuntan a la competencia y cómo abordan un tema insoslayable; la corrupción, ese sello que la narrativa de la 4T pretende atribuirles a los partidos de oposición y a sus representantes.
Por lo pronto, Ivonne Ortega abre el juego.
Ya veremos qué cartas trae para afrontar ese desafío e impedir el avance del llamado PRIMOR, ese fenómeno referente a la silenciosa asimilación de los priistas por parte de Morena y su gobierno.