«EL RING DE LOS DEBATES»: Si nos matan, es nuestra culpa - Mujer es Más -

«EL RING DE LOS DEBATES»: Si nos matan, es nuestra culpa

 

Esther, de 33 años y madre de Alejandra y Lorena, con apenas cinco y dos años de edad, fueron víctimas de su esposo y padre. Murieron en enero de 2018. El hombre acuchilló a su pareja y asfixió a sus dos hijas. Luego, descuartizó los cuerpos y fue detenido cuando pretendía prenderles fuego.

Magdalena fue asesinada por su exesposo, quien la descuartizó y ocultó sus restos en una bolsa de plástico, en el refrigerador de su local. Tenía 28 años y era madre de dos niños.

En una revisión de las denuncias y crónicas periodísticas hallamos un sinnúmero de testimonios, casos, cifras. Pero ellas no son un número y para sus familiares y amigos, lo más doloroso es el hallazgo: verlas calcinadas, descuartizadas, maniatadas, decapitadas, con huellas de tortura, desnudas con evidencias de violencia sexual.

El número de feminicidios registrados en México ha aumentado significativamente. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de 2015 a 2018 prácticamente la tendencia se duplicó, al pasar de 407 a 760 aunque el número podría ser mayor porque sólo uno de cada cinco casos de muertes de mujeres son denunciados y tipificados como feminicidios.

Tan sólo el año pasado, las entidades que han registrado más casos de feminicidios son el Estado de México, con 94 casos; Veracruz, con 85; Nuevo León con 74; Chihuahua con 48; Sinaloa y la Ciudad de México, con 38 casos cada uno; y Puebla, con 30 casos.

Lo más indignante es que mientras aumenta la cifra de asesinatos de mujeres por razones de odio y género, surgen ominosas ocurrencias que sólo muestran desconocimiento del tema y desinterés en las necesidades de la población.

La diputada de Morena en el Congreso de Veracruz, Ana Miriam Ferráez Centeno, propuso el establecimiento de un toque de queda para evitar que se registren más feminicidios de mujeres en la entidad. En su planteamiento establecía que las mujeres no debían salir de sus casas después de las 22:00 horas para “cuidar su integridad” y como “medida de precaución” mientras se pone freno a la ola de violencia, durante tres meses “o el tiempo que sea necesario”.

Así es que otra vez, la responsabilidad es de las mujeres. No importa la incapacidad de los funcionarios de seguridad pública para brindar un ambiente de protección y confianza para las mujeres y la instrumentación adecuadamente de las Alertas de Violencia de Género.

Tampoco la indolencia de la autoridad ministerial para investigar y judicializar debidamente los casos de violencia, terminen o no en asesinatos, o su tipificación adecuada como feminicidios. Y a eso hay que sumar la indolencia de los jueces, quienes insisten en basar sus sentencias con criterios sexistas.

Toca a las mujeres no usar minifaldas, no salir de viaje solas, no consumir bebidas alcohólicas, no salir de noche. Otra vez la prohibición, la criminalización y la discriminación. ¿Para eso pidieron el voto ciudadano, señoras y señores de Morena?

Cuitláhuac García Jiménez lleva un mes y medio como gobernador del estado de Veracruz y ha sido incapaz de utilizar eficazmente la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres y de instrumentar una serie de acciones de gobierno para detener este flagelo.

En consecuencia, suman ya 26 mujeres asesinadas durante su gestión, de acuerdo a las cifras de organizaciones civiles locales.

Así es que de nada sirven las disculpas públicas que ofreció la diputada Ana Miriam Ferráez Centeno. Es urgente que el mandatario veracruzano se deslinde de tan indignante propuesta y que junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador impulse una estrategia integral de combate frontal al feminicidio.

No podemos permitir más esa idea de que si nos matan, es por nuestra culpa. ¡Basta de ocurrencias!

 

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