Les abrazo con el deseo de que este año traiga salud, paz y felicidad a todos. Ojalá que los días y meses por venir, sean más de buenas que de malas noticias en nuestro convulso, pero amado México.
Después de festejos decembrinos, el retorno a la realidad no ha sido sencillo. Ciertamente, el final de 2018 y el inicio del nuevo año se han tornado complicados.
El accidente donde murieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su marido, el senador Rafael Moreno Valle, marcó el cierre de año y multiplicó la polarización entre los mexicanos.
Las especulaciones y los ataques contra el partido en el poder, hicieron que otra vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador, se lanzara fuerte contra adversarios y críticos: “había un ambiente ex profeso que crearon los conservadores de siempre, no todos, pero una minoría, que actúa de manera muy mezquina”.
Y es que al presidente le disgustó que responsabilizaran a MORENA y a quien fuera candidato a gobernador de Puebla, Miguel Barbosa por el accidente del helicóptero.
La investigación está en curso y Barbosa listo para volver a contender en el proceso, a pesar de las críticas y costos políticos. Él quiere ser gobernador de Puebla.
El artero asesinato del alcalde de Tlaxiaco, Oaxaca, Alejandro Aparicio, junto con el síndico, Perfecto Hernández, apenas unos minutos después de haber tomado posesión al cargo de presidente municipal, el uno de enero, abrió el debate del número de ejecuciones en el país.
Si aumentaron o no los homicidios en un 65 por ciento en diciembre, en comparación al mismo mes de 2017, podría ser lo menos importante. Reconocerlo y ocuparse en el tema, es fundamental para un gobierno que lleva poco más de un mes en el poder.
La división entre los mexicanos aumenta con los días y con las decisiones que anuncia el nuevo gobierno.
La estrategia para combatir a los huachicoleros que llevó al cierre de los ductos de PEMEX para evitar el robo de gasolina, ha provocado una fuerte polémica por los daños colaterales en contra de los ciudadanos.
Desabasto, cargas de pánico, largas filas que esperan horas para poder cargar gasolina, molestia, crisis y descontrol. Por un lado, PEMEX niega desabasto y pide evitar el pánico, mientras que por el otro, los ciudadanos sufren para cargar y la COPARMEX calificó la medida como valiente, pero de una implementación torpe y pésima.
Son varios los temas con los que nos agarra la cuesta de enero, temas que no debemos soslayar, en aras de evitar que la polarización crezca y que se desborden las pasiones.
La guardia civil; el aeropuerto en Santa Lucía; las controversias constitucionales que interpusieron Banxico e integrantes del Poder Judicial de la Federación, por la reducción de salarios; la política social asistencialista a personas de la tercera edad, estudiantes y jóvenes; la confrontación del Ejecutivo contra el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y otros organismos autónomos; la realización del Tren Maya sin ningún estudio de por medio que lo avale. La designación del llamado “Fiscal Carnal”, como responsable de la Fiscalía General de la República; el perdón a los llamados “presos políticos” y por si fuera poco, los embates de Donald Trump.
El camino se percibe empedrado, ojalá y a pesar de ello, se avance en lo que le convenga al país. No podemos ser rehenes de la necedad de unos ni de la cerrazón de otros.
Feliz 2019.