Se difunde en redes sociales como “chisme”, como “chiste”, como “servicio sexual”, como el “pack”, como injuria, como “porno venganza”. Lo cierto es que lacera, difama y destruye emocionalmente a las víctimas, en su mayoría mujeres jóvenes y adolescentes a las cuales socialmente se estigmatiza y culpa por vivir su sexualidad. Eso ha ocurrido con muchas, muchas mujeres, quienes en algún momento confiaron en su pareja sexual, la cual, después comparte sin autorización fotografías, audios, textos y videos. Ellas, las mujeres se convierten en víctimas del delito de violación a la privacidad sexual; el agresor las hace enfrentar situaciones de algo que se ha dado en llamar “violencia sexual digital”, “sextorsión”, acoso sexual en redes sociales o “ciberextorsión”.
La buena noticia es que en estados como Puebla, Yucatán, Jalisco, Chihuahua, Estado de México y Veracruz hacer públicas imágenes y videos sexuales sin autorización de la persona involucrada, es delito que se castiga con cárcel. Zacatecas desde mayo de 2017, es el único estado que en su Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres reconoce la violencia digital como una acción criminal.
La diferencia es en cuanto a las sanciones. En Yucatán, por ejemplo, la importante lucha que dio Ana Baquedano, propició que se castigue esa práctica cibercriminal con seis meses hasta cuatro años de prisión. En caso de que las fotos o videos pertenezcan a niñas, niños y adolescentes, el castigo podría ser hasta por nueve años de pena carcelaria. Esta joven valiente, fue víctima. En lugar de ocultarse, de someterse a la humillación, decidió hacer público su caso y defender los derechos de las mujeres. Además de la aprobación de la ley, su tenacidad le hizo merecedora del Premio Estatal de la Juventud en su estado.
En el caso de Jalisco, la “porno – venganza” es sancionada con cuatro a ocho años de prisión, y de seis a 12 años de cárcel cuando el delito se cometa en perjuicio de personas menores a los 18 años de edad,
Tengo especial afecto por Olimpia Coral Melo, joven poblana que al ser víctima de la difusión de su imagen en redes sociales y portales pornográficos y de sexoservicio, en lugar de intimidarse, salió al paso a favor de más mujeres en similares condiciones. Es fundadora del Frente Nacional para la Sororidad, colectivo que desde 2014 hace visible la violencia digital y en el país atiende más de 300 casos.
El pasado 3 de diciembre, logró que el Congreso de Puebla aprobase que la difusión de imágenes, textos, audios y videos de carácter sexual, divulgados sin consentimiento se castigue con penas de tres a seis años de prisión, mismas que son aplicables para quien obtenga y difunda “el pack“.
“A todos los cómplices de esta violencia se les podrá denunciar y a quien lo haga con violencia —que obligue a una mujer a grabarse o fotografiarse— se incrementará dos terceras partes la pena”, nos dice Olimpia Coral Melo, quien recibió el galardón “Mujer de Paz 2017”, en la categoría de Activismo y Filantropía, otorgado por WED AWARDS MX CITY, que reconoce mundialmente a mujeres líderes.
Pero quién es Olimpia. Es la creadora de la primera propuesta legislativa contra la violencia sexual en línea, contra el ciber machismo; y del Violentometro Virtual como catálogo de violencias sexuales cibernéticas. También creó tres protocolos de emergencia para la actuación oportuna y buen uso de herramientas digitales con perspectiva de género denominados:
¿Cómo puedes protegerte de Acoso Digital?; ¿Tienes derechos digitales? ¿Existe el derecho Online?; y el más importante para las víctimas, a mi juicio, ¿Qué hacer si nos encontrarnos con un caso de violencia digital en nuestro espacio?
Como activista de tiempo completo en temas de ciber seguridad y educación digital para prevenir la violencia en línea, además de ofrecer conferencias y talleres, ha colaborado como diseñadora de campañas de prevención en el Instituto de las Mujeres y Niñas y recientemente fue galardonada con el Premio de la Juventud en el Estado de Puebla 2018, por su gran aportación a los Derechos Humanos.
Me cuenta, “me ofrecieron como scort en internet. Durante años han explotado mi imagen en más de seis páginas porno. Mi vida y mi cuerpo se hicieron públicos sin mi consentimiento. Muchas personas dijeron que fue mi culpa por ‘dejarme grabar’. El ‘sexting’ es un intercambio de contenido íntimo con consentimiento. Le dicen ‘packs y nudes’. Dejemos en claro que el sexting no es violencia. Compartir las imágenes sin consentimiento es violencia y es delito”.
Y va por más. En baja California con el respaldo de la diputada Patricia Ríos y en Guanajuato con el apoyo de la diputada Libia García, promueve lo que se la dado en llamar #LeyOlimpia. Esta propuesta ya fue entregada a la Comisión de Igualdad y Género de la Cámara de Diputados y Olimpia confía que sea presentada al pleno en San Lázaro por la diputada Wendy Briceño. El objetivo, que sea ordenamiento nacional.
Sin duda alguna, Olimpia es una mujer que inspira y realiza acciones que facilitan el desarrollo con dignidad humana para niñas, adolescentes y mujeres.