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«PUEBLO DEL SOL»: El Facebook de los dioses

 

Abro mi Facebook y en la página de inicio veo lo publicado por Tezcatlipoca, por Huitzilopochtli, Quetzalcóatl y otros más. Como buen devoto tenochca le doy like a  sus publicaciones. En el del dios de la guerra leo: “Próximos al solsticio de invierno. Será mi día. Se armará en el rumbo del sur. Lleven corazones.” Mientras que Tláloc advierte: “Se acabó la temporada. Los veo hasta el próximo año. ¡A llorar macehuales!”.

Y en cada manita alzada que doy, Facebook crea el algoritmo para proveerme en mi página de inicio de aquellas cosas que seguramente desearé si me las muestran cordialmente. En la onda de “quizás te interese también…” del I Music.

Y sin saberlo, estos dioses y sus publicaciones han contribuido a que en pleno siglo XXI yo sacrifique mi libertad de elección para nutrirme de lo que el algoritmo de la red tiene para venderme.

Así, me aparecen anuncios formidables: “Corazones aptos para deidades. Dos por uno en el Buen fin. ¿Miedo a quedarte sin agua? ¡Compra una cisterna de 10,000 litros”. Y cosas por el estilo, solo por seguir a mis dioses nahuas. ¿Quién lo diría?

Esta disertación proviene de un artículo de Yuval Noah Harari publicado en The Guardian, y que mi amigo Óscar Becerra me compartió. Con Óscar tengo una vida de amistad (literalmente). Y nos sugerimos lecturas interesantes cada semana. Lo que propone el artículo de Harari es analizar la forma en que ese algoritmo de la red que nos suministra contenidos moldea nuestras opiniones del mundo, reduciendo así el marco de libertad individual, tan valiosa para el pensamiento liberal, hoy en crisis. Y nos dice: “El liberalismo ha desarrollado un impresionante arsenal de argumentos e instituciones para defender las libertades individuales contra ataques externos de gobiernos opresivos y religiones intolerantes, pero no está preparado para una situación en la que la libertad individual se subvierte desde dentro y cuando los conceptos mismos de “individuo” y  “libertad “ya no tiene mucho sentido. […] ¿Entonces qué es lo que hay que hacer? Desarrollar un nuevo proyecto político que esté mejor en línea con las realidades científicas y los poderes tecnológicos del siglo XXI.”

El artículo es muy bueno y recomiendo ampliamente su lectura, ya que toca un tema fundamental: Si nuestra atención se concentra en los contenidos que nos provee la red, estamos renunciando a todo aquello que está fuera de ella, y con eso perdemos nuestra libertad de elección. Y eso al liberalismo le preocupa. Pues parece que nuestras vidas se hallan ahora a merced del algoritmo y corremos el riesgo de vivir alienados en él, sin cuestionarnos las cosas, pues hasta ese cuestionamiento ocasional es parte del algoritmo.

¿Cómo recobrar nuestra posibilidad de elección? En su defensa del liberalismo Harari desliza una crítica al pensamiento religioso y dice: “Desafortunadamente, el libre albedrío no es una realidad científica. Es un mito heredado de la teología cristiana. Los teólogos desarrollaron la idea del libre albedrío para explicar por qué Dios está bien para castigar a los pecadores por sus malas decisiones y recompensar a los santos por sus buenas elecciones. Si nuestras decisiones no se toman libremente, ¿por qué debería Dios castigarnos o recompensarnos por ello? Según los teólogos, es razonable que Dios lo haga, porque nuestras elecciones reflejan el libre albedrío de nuestras almas eternas, que son independientes de todas las restricciones físicas y biológicas”.

¡Pues ahí está la solución! En la idea de Dios. Si dentro de este mundo, donde la humanidad se ha vuelto una horda de consumidores ansiosos por ejercer su libertad de compra, podemos ejercer nuestra voluntad de creer en un poder superior que da sentido a la vida y al devenir del cosmos, que nos conecta con todo lo vivo y nos abre las posibilidades del misterio en nuestro destino, quizás así podremos emanciparnos del algoritmo de la red para ejercer ese libre albedrío que nos vuelve responsables únicos de nuestra existencia y testigos del desenvolvimiento de nuestra propia conciencia de lo divino.

Creo que dejaré de seguir a los dioses en Facebook… me preocupa que sean parte del algoritmo.

https://www.theguardian.com/books/2018/sep/14/yuval-noah-harari-the-new-threat-to-liberal-democracy?fbclid=IwAR2-m5WOj2qoIL5CksOCHTGpdzJggLrJfOcmUQQRwCqMyR6EQr9FIOoUZGk

 

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