Hoy leí en Facebook una reflexión que me pareció muy graciosa, o no sé si en verdad lo era. Lo que pasa es que la semanita ha estado por demás incisiva y violenta, tampoco es que la reflexión pretendiera ser chistosa, tal vez es que yo ya estoy demasiado humilde y lo tomo todo con sentido del humor, bueno casi todo.
Trataba sobre todos los consejos que una madre debe seguir para triunfar en el oficio, una serie de recomendaciones o sugerencias, algo así como:
Duerme por lo menos ocho horas diarias; pero también toma siesta porque eso te ayudará a reforzar la memoria y concentración; conversa con tus hijos y pasa con cada uno (yo tengo tres) por lo menos 30 minutos de calidad al día; llévalos a practicar algún deporte, (además del dentista, el dermatólogo, la psicóloga, el futbol, el trabajo escolar en casa del amigo, la clase especial de matemáticas etc…); no faltar nunca a las juntas escolares ni a las pláticas in te re san tí si mas de “Escuela para padres”, estratégicamente agendadas después de las 9 de la noche; realicen caminatas y juegos en parques y al aire libre; dales alimentos hechos en casa con productos naturales, balanceados y variados; apóyalos durante sus tareas y vigila qué ven en la televisión e internet.
A todo esto tal vez podamos agregar uno que otro más que consejo, obligación. Procura a tus amigas, habla con ellas y sal con el grupo por lo menos una vez a la semana, eso es lo más enriquecedor para una mujer de mediana edad. Procura a tu madre, llámala todos los días y está al pendiente de sus necesidades. No dejes tu trabajo, la situación del mundo (ni de tu bolsillo) están como para que te quedes en casa “sin hacer nada”; ejerce tu profesión y mantente activa, desempéñate en lo que estudiaste y si no estudiaste nunca es tarde para empezar una carrera. Realiza alguna actividad que te guste, manualidades, clases de algo que te apasione, haz ejercicio y nunca bajo ninguna circunstancia subas de peso ni permitas que los síntomas de la edad se te empiecen a notar -para eso está cuanto tratamiento, facial, masaje, operación, restirada-, además de las horas interminables en el gimnasio y las dietas irrisorias e imposibles siquiera de imaginar, recuerda que los hombres son hombres y hay muchas tentaciones fuera de casa. No olvides por nada del mundo meditar por lo menos una hora todos los días y si es posible también practica yoga para mantener sana y en equilibrio la mente, el alma y el cuerpo (como si los maestros que enseñan yoga lo hubieran logrado).
Mantén viva la llama de la pasión con tu pareja, es sumamente recomendable salir de casa con él o ella a pasar tiempo a solas, por lo menos dos veces a la semana; además de no permitir que la sexualidad caiga en el aburrimiento por nada del mundo, intenta posturas y juegos nuevos, la rutina es la peor enemiga de cualquier relación.
Cultívate, viaja, visita museos, conoce ciudades nuevas, lee, asiste a grupos de apreciación musical y artística, no te permitas andar de ignorante por el mundo. Búscate también alguna actividad altruista, es lo menos que se espera de una señora que se precie de serlo, acércate a alguna fundación o voluntariado para que en “tu tiempo libre” contribuyas en obras de beneficencia.
Ya por último, bajo ningún pretexto descuides tu imagen, tus uñas, tu cabello, el tinte, no hay peor pecado que las canas a la vista o unas manos maltratadas, imposible pensar en unas cejas desaliñadas o un pedicure de hace un mes.
Después de todo no es una lista difícil de cumplir, ya lo que cada quien quiera agregar es por su propia voluntad y sumará puntos a su desempeño y a las expectativas que la sociedad tenga sobre sí.
Yo, me declaro incapaz tristemente de cumplir con la esperanza de agradar a los demás, por eso como no puedo cumplir con todos los requisitos elegiré por lo menos tres:
- Dormir ocho horas, más una siesta renovadora.
- Frecuentar a mis amigas, incluso más de una vez a la semana, por salud mental espero también estar en la lista de sus prioridades.
- Trabajar, esa no es opcional.