«RIZANDO EL RIZO»: Costa Rica: ¿La democracia ideal de América Latina? - Mujer es Más -

«RIZANDO EL RIZO»: Costa Rica: ¿La democracia ideal de América Latina?

 

A Salomón, Rafael y Melissa, aliento para el porvenir en días aciagos.

Durante décadas, la República de Costa Rica ha sido promocionada como una de las democracias más avanzadas de América Latina. La que sin duda es la nación con la mejor calidad de vida de Centroamérica, ha sido idealizada por sus políticas económicas, por su buen trato a los refugiados y por su sistema electoral, rasgos excepcionales en una región castigada por la pobreza, el racismo y los gobiernos autoritarios. Este país de poco más de cinco millones de habitantes ha sido incluso comparado con los sistemas de Europa occidental, resaltándose así la excepcionalidad del caso para esta parte del continente. Ante un panorama tan idílico, es necesario preguntarse cuáles son las verdaderas condiciones de vida de los costarricenses y qué tan desproporcionada es tal equiparación.

Muchos son los elogios que Costa Rica, considerada una de las democracias “más sólidas del planeta”, ha recibido desde la segunda mitad del siglo pasado. Uno de los momentos cumbre de su historia, la abolición del Ejército en 1948, le ganó la fama de ser una tierra donde la ciudadanía podía ser libre y desarrollarse sin el temor a las dictaduras que han dominado a los países vecinos. Costa Rica no sólo posee los mejores índices de salud y educación de Latinoamérica, sino que ocupa el primer lugar centroamericano en el índice de paz global y es considerado el décimo mejor lugar del mundo para ejercer el periodismo. Por si fuera poco, de acuerdo con un informe de The Economist Intelligence Unit, de la BBC, emitido en 2015, Costa Rica y Uruguay son las únicas naciones que conforman la excepción en una América Latina “incapaz de progresar en la democratización”.

La situación de cerca, sin embargo, no luce tan radiante. Costa Rica se encuentra a la mitad de una crisis económica, política y social cuyas raíces no son recientes. El 21.1 por ciento de los hogares costarricenses se encuentran en la pobreza, lo que significa que esta cantidad va en aumento (con respecto al 20 por ciento del año pasado). De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares 2018, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la pobreza extrema pasó del 5.7 por ciento en 2017 al 6.3 por ciento en la última medición. El enojo que produce la falta de equidad se ve acentuado por los salarios excesivos y las pensiones desproporcionadas de los servidores públicos, mismos que se dan al tiempo que se tolera la evasión de impuestos desde el sector privado y se disminuyen los salarios de quienes laboran bajo la figura del trabajador autónomo o por cuenta propia. Las principales cabezas de los diarios señalan cómo el pago de la deuda pública y la dolarización del ahorro deslizó su moneda frente al dólar; el colón se ha depreciado un 9 por cieno en los últimos 10 meses.

Foto. BORIS BERENZON

Este escenario fue sometido al escrutinio mundial los últimos días del mes pasado, cuando Luis Alvarado, representante de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos denunció diversas violaciones a derechos humanos por parte del Estado costarricense. El representante de la nación vecina aseguró que el gobierno dejó “numerosos muertos” en la huelga sindical que actualmente lucha en contra del proyecto de Reforma Fiscal. Los atentados contra la vida, según Alvarado, fueron silenciados por “la prensa oligarca de Costa Rica”. ¿Se vendrá abajo la imagen democrática del país tras el mal manejo de la huelga o logrará su gobierno conciliar de acuerdo con los valores que presume?

Manchamanteles

Siempre que regreso a Costa Rica pienso que son verdad las afamadas palabras de Chavela Vargas, oriunda de este país: “los mexicanos nacemos donde se nos da la chingada gana. Ciegamente me sumo a su postulado.

Mi padre solía decir que los ticos viven en su zona de confort, en el medio del bienestar. Eso se podía notar en la forma cómoda en que se resolvían los problemas sociales, como la impecable Revolución del 48 que encabezo José Figueres, “Don Pepe”. Carlos Cortés retrata en su novela Cruz de Olvido la vida cotidiana del país centroamericano como un paraíso idílico aislado del mundo que abre una caja de pandora que muestra lo contrario. Pero algo nuevo trajeron los vientos alisios a Costa Rica: Una huelga nacional cuyas consecuencias aún desconocemos…


Boris Berenzon Gorn. Historiador y escritor mexicano con herencia judía. Amante confeso de la música mexicana, la filosofía y el psicoanálisis. Vive en la periferia por convicción y consecuencia; es buen amigo de la soledad. Actualmente es Director General de Trama Boutique de Contenidos.

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