Un estadio nuevo -inaugurado en el 2015- con una tribuna que quiere festejar otro título de Copa, que no quiere perder otra final en el BBVA Bancomer. La casa de los Rayados de Monterrey fue el escenario de la final del Torneo Apertura 2018 de la Copa MX.
Regiomontanos contra capitalinos, Cruz Azul se metió a patio ajeno para intentar cumplir el primer objetivo del segundo semestre del 2018, el primero de dos títulos posibles y hacerse del “doblete”.
Al minuto 33, el portero de los locales, Juan Carrizo, dio un manotazo pobre al balón en el área chica, dejándole la pelota a Elías Hernández, que de primera, impactó el esférico para que la máquina marcara el 1-0 en la pizarra.
Israel Valenciano, árbitro auxiliar número 2, tuvo unos primeros 45 minutos excepcionales, anulando un gol y un penal, ambos por fuera de lugar.
Así, tuvimos una primera parte con pocas emociones, con un Monterrey proponiendo, teniendo una mayor posesión pero sin ser efectivo al frente, a diferencia de Cruz Azul que con muy poco logró ponerse en ventaja.
Al minuto 52, Martín Cauteruccio anotó el segundo gol para Cruz Azul, tras una gran jugada en conjunto, digna de videojuego, encontrando espacio en cada pase, en cada toque, para finalizar con otro tanto que sepultaba las aspiraciones de los del norte.
No sucedió nada más, Cruz Azul venció 2-0 a Monterrey y se convirtió en el nuevo campeón de la Copa MX.
La sultana del norte tendrá que esperar y ver cómo rayados busca el título, pero de la Liga MX, en un estadio, que parece estar maldito y destinado a ver llegar una y otra vez a su equipo al duelo por el campeonato y perderlo.
Los de la CDMX, motivados con una nueva Copa en sus vitrinas, intentarán conseguir el “doblete” y, sobre todo, terminar con más de dos décadas sin título de Liga.
Ricardo Peláez, Pedro Caixinha, todo Cruz Azul, inspira, motiva, ilusiona, y parece que este año, ahora sí, será el bueno, será el del título de liga, será en el que se rompa la maldición, será cuando la sequía desaparezca, será cuando “cruzazulear” quede en el olvido y los celestes vuelvan a la gloria del futbol mexicano.