«METAMORFOSIS»: Sin necesidad de encuesta: ¡No queremos a Maduro! - Mujer es Más -

«METAMORFOSIS»: Sin necesidad de encuesta: ¡No queremos a Maduro!

 

Sin necesidad de encuesta de por medio el mandato de los mexicanos al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador es uno: retirarle la invitación a Nicolás Maduro para que asista como testigo de honor a su toma de posesión el primero de diciembre.

López Obrador debe hacer honor a su palabra. Durante los últimos días el tabasqueño ha dicho que nunca más un solo hombre mandará en este país; que gobernará en consenso con todos aquellos que, independientemente si votaron a su favor o no, son quienes mandan y ordenan en este país.

El mandato es que no queremos que un dictador de la talla de Maduro pise nuestro hogar, ni siquiera un minuto, es la antítesis de la democracia.

Recibir a Nicolás Maduro como un estadista en México es convalidar la sistemática violación a los derechos humanos que sufren los venezolanos. La diplomacia no puede estar por encima de la vida y dignidad de las personas, mucho menos cuando nuestro país ha sido refugio humanitario de miles de hombres y mujeres que han huido de esa nación acosados por la violencia, la represión, el hambre y el miedo.

El anuncio hecho por el próximo canciller mexicano, Marcelo Ebrard, de que el representante, que no presidente de Venezuela, asistirá a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México ha sido una bomba entre los propios seguidores del tabasqueño.

Nadie, ni siquiera los más radicales, hablando de mexicanos que votaron por el tabasqueño, ven con buenos ojos la invitación que Ebrard hizo al venezolano.

Si bien México está inmerso en un mundo globalizado, para nadie escapa el hecho de que Maduro ha sido y es un mandatario autoritario, antidemocrático y represor de todos aquellos que no lo elogian, ni piensan igual, que lo critican y luchan por devolverle la paz a esa nación  sumida en una crisis política, económica y social condenable.

Anunciar con “bombo y platillo” en redes sociales la visita de Maduro a la asunción del tabasqueño es como aceptar que, efectivamente, el gobierno lopezobradorista tenía y tiene nexos con el más despreciado de todos los mandatarios calificados de demagogos y populistas.

Ebrard justifica como un acto protocolario que personas que han sido consideradas como homicidas, y tal es el caso de Maduro, vengan a pisar suelo mexicano; se olvida el futuro canciller de la condena que los mexicanos hicieron al presidente Enrique Peña Nieto por invitar al estadounidense Donald Trump.

“¡No me ayudes compadre!” podría decirle el Presidente electo a Ebrard respecto a esta invitación, en especial porque durante su campaña siempre negó tener relaciones políticas con Maduro… y que ahora en un mes lo tendrá como testigo de honor al asumir el poder en el evento ceremonial a efectuarse en la Cámara de Diputados es darle la razón a quienes declararon vínculos entre ambos gobernantes.

No cabe duda que se debe reflexionar sobre los alcances de la diplomacia: ¿por qué un canciller debe imponernos la visita de un hombre que se ha adueñado de un país al que ha convertido en un infierno?, como es el caso de Venezuela.

Bastante tenemos con el vecino del norte Donald Trump que amenaza a los mexicanos, un día sí y otro también, con militarizar la frontera, con separar a los hijos de sus padres por ser inmigrantes, con acusarnos de violadores, delincuentes, drogadictos y asesinos… y todavía esto.

Insisto: las relaciones entre países deben estar basadas en el respeto a los derechos humanos de sus pueblos; es ofensivo para todos nosotros que en aras de un quedar bien inviten a nuestra casa a un represor, un anti demócrata que buscará abrazar al presidente que nos gobernará los próximos años.

Ojalá que la promesa del presidente electo de gobernar con el mandato de todos no sea sólo cuando le convenga, cuando se le ocurra hacer consultas a modo…¡No queremos a Maduro, no es bienvenido!

 

Related posts

Día de la Mujer, con M de México

CEREBRO 40: “Supervivientes, si, ¡maldita sea!”

CEREBRO 40: Navidad privadas de la libertad, la realidad de las cárceles en México