«RIZANDO EL RIZO»: #MeToo, el poder debe replantearse - Mujer es Más -

«RIZANDO EL RIZO»: #MeToo, el poder debe replantearse

 

Este mes se cumple un año del brote del movimiento #MeToo (#YoTambién), una ola de denuncias de acoso sexual que puso en la mira a hombres poderosos provenientes de todos los sectores. A través de las redes sociales y de los medios de comunicación, decenas de mujeres tomaron la palabra para desenmascarar a quienes, aprovechándose de sus posiciones privilegiadas, habían abusado de ellas y quedado en la impunidad. En este aniversario, es necesario reflexionar sobre lo mucho que como sociedad nos hace falta avanzar en materia de respeto e igualdad, así como sobre la relación que aún hoy existe entre el ejercicio del poder y el abuso de éste.

El psicoanalista francés Jean Allouch, miembro de la École lacanienne de psychanlyse, se preguntaba en 1998, en torno a la “relación inapropiada” entre el entonces presidente Clinton y la becaria Mónica Lewinsky: “¿Impropia en relación con qué ‘propia’, incluso a qué propiedad (es la mezcla de los dos, de lo propio y de la propiedad, lo que produce la contrición)?”.

#MeToo tuvo como punto de partida el escándalo de Harvey Weinstein, productor de cine y empresario estadounidense acusado de agredir sexualmente a más de ochenta mujeres. La cadena de denuncias comparte características con otras tantas que han marcado la historia reciente de los países de occidente. El enorme número de víctimas fue recordado por el posteriormente revelado caso de pederastia en el estado de Pensilvania, donde más de mil niños fueron abusados por alrededor de trescientos sacerdotes católicos.

La alta jerarquía del abusador nos recordó acusaciones como las que han colocado a Donald J. Trump y a Bill Clinton en el ojo del huracán. Uno de los escándalos más grandes que el republicano tuvo que enfrentar durante su desafortunada campaña en 2016 fue el de la revelación de un audio donde se le escuchaba hablar de manera deplorable sobre las mujeres. El entonces candidato no tuvo que hacer demasiado para salir del bache. Aunque todos los medios de comunicación cubrieron el suceso, el costo político fue poco. El magnate ofreció una disculpa, Melania Trump, su esposa, hizo una apología de su persona y ahí quedó.

Lo increíble del asunto es que, para salir bien librado, Trump no tuvo que sostener que era un buen hombre. Por el contrario, lo que tuvo que demostrar fue que sus adversarios carecían de autoridad moral para juzgarle. En el debate que sucedió al escándalo, Trump presentó una multitud de mujeres que aseguraban haber sido acosadas por Bill Clinton y chantajeadas por Hillary. El republicano utilizó así en su beneficio un problema del que él mismo es parte.

Todas las acusaciones en su conjunto nos revelan que no estamos frente a casos específicos en los que se pueda generar perfiles de los agresores; estamos frente a un problema sistemático. Se trata de un virus que sigue infectando de manera grotesca los sistemas políticos y que nos impide aspirar a una verdadera democracia. El movimiento #MeToo surgió para recordarnos que es urgente replantearse los espacios desde donde se ejerce el poder.

Manchamanteles 

Cristina Barros, como siempre aguda, me recomendó recientemente, leyera Apología de las Cosas, un texto de Arnoldo Kraus en una preciosa edición ilustrada por Vicente Rojo. Kraus disecciona a los objetos, y nos dice: “Las cosas que dotan de vida a la vida, lápices, tazas, hilos y discos, son parte fundamental del ser humano. Esos elementos moldean innumerables recovecos de la cotidianidad. Los quehaceres y los días están constituidos por cosas”. Boris Vian, en su obra maestra, La espuma de los días, lo explica bien: “No son las gentes las que cambian, sino las cosas”. Las cosas miran, diría el escritor. ¿Pero sienten? Quizá Kraus nos da la pauta para nunca cosificar al ser. Rompamos la dialéctica del boato en torno al objeto y fluyamos en la “simplicidad” del sujeto.


Boris Berenzon Gorn. Historiador y escritor mexicano con herencia judía. Amante confeso de la música mexicana, la filosofía y el psicoanálisis. Vive en la periferia por convicción y consecuencia; es buen amigo de la soledad. Actualmente es Director General de Trama Boutique de Contenidos.

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