Por. Fernando Coca
Propuesta por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador como futura secretaria de Gobernación, la ministro en retiro Olga Sánchez Cordero es abogada por la UNAM, en donde se tituló con la tesis Una Revolución en la Interpretación del Derecho.
Fue la primera mujer en ocupar una Notaría Publica en el Distrito Federal, titular de la Notaria 182, de 1984 a 1993.
Entre marzo de 1993 y enero de 1995 fue Magistrada Supernumeraria del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y el 1 de enero de 1995 fue designada como Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ahí fue miembro de la Primera Sala Civil y Penal.
Sánchez Cordero ha tenido una visión de avanzada en temas relacionadas con salud reproductiva y salud pública.
Apoya la despenalización de la marihuana con fines lúdicos. Dice que si esta planta ha sido legalizada en los Estados Unidos (en varios estados), además de Canadá, asegura que es tiempo de que México también lo haga.
Está convencida de que si se despenaliza el cultivo de la amapola se podría combatir la violencia que cotidianamente se registra en México. De esta forma, la planta que es precursor de la morfina, podría ser comprada por la industria farmacéutica y así generarle ganancias lícitas a quienes la siembran y ya no estarían bajo el yugo de los grupos criminales.
Además, Olga Sánchez Cordero dice que es posible despenalizar el aborto en todo México, ya que en 18 entidades se protege legalmente al feto y se determina que hay derecho a la vida desde el momento de la concepción.
Plantea que, como sucede en la Ciudad de México, la interrupción del embarazo puede darse hasta las 12 semanas de gestación para “no privar a la mujer de su libertad”.
Otro tema en el que la futura secretaria de Gobernación busca implantar en el país es la Ley de Voluntad Anticipada y así, darle el derecho a la muerte digna a quienes se encuentren en una etapa terminal para que determinen cuáles tratamientos quieren y cuáles no en sus últimos días.
Sus propuestas son polémicas y no siempre han coincidido con las posturas del próximo Jefe del Estado mexicano.
Dos casos polémicos en los que Sánchez Cordero ha votado a contracorriente de la opinión pública: la liberación de Florence Cassez –acusada de secuestro- y no haber otorgado un amparo al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) ante la desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza.