Las noticias falsas acompañadas de una fotografía, siempre tendrán mayor impacto visual, y mayor índice de credibilidad.
Independientemente que esto genere la posverdad, existe un peligro mayor.
Resulta que los mexicanos no nos gusta leer, y mucho menos verificar la fuente de la información, “creemos” cuando la fotografía que ilustra el texto nos atrapa, nos enganchamos a la imagen y al título interactuando con un “like”, lo que provoca esta forma de interactuar en redes es activando el logaritmo, ¿Qué quiere decir esto? Que le indicamos al sistema de la red social en qué “creemos”, y qué queremos ver, entonces nos dará más información de ese tipo, en este caso información falsa.
¿Cómo nos daña eso? Demos un ejemplo, se ha percatado cuando se publica un meme con mensaje misógino, casualmente quienes dan mayores “me encanta” son las mujeres. En México el 51 por ciento de internautas son mujeres (aproximadamente entre 16 y 35 años) según últimas cifras.
Cuando se da un “like” el algoritmo registra qué es lo que les encanta, si dieron un “me gusta a información misógina (esto es sólo un ejemplo), tendrán más información visual con ese contenido, y más conexiones con otros usuarios con ese perfil, de esta manera lo que comenzó como un meme o fotografía inocente, visualmente tendrán mayor información de ese tipo, así se van naturalizado ciertos temas y poco a poco a través de la visión se insertan en el pensamiento como algo “normal”. Se necesita tiempo y mucha observación para “verlo”. Esto es un ejemplo altamente posible entre la población femenina, ahora lleve otra temática como ejemplo a lo que puede “gustar” a su menor de edad.
Este tipo de intervenciones manipuladas en la imagen pone al filo de la navaja a todo usuario. Recientemente actores políticos y algunos comunicadores se han visto afectados replicando y “creyendo” lo que las imágenes editadas dan como noticias verídicas, cuando realmente es una edición. El dato de falsedad ya está permeando en esferas de credibilidad en líderes de opinión y medios de información, tal es el caso de la edición del video del “Tumbaburross”, aludiendo al hijo de un expresidente. (https://www.youtube.com/watch?v=lzRvuOl3xFs). Puede ver en la red que aún no han desmentido el problema, aquí se adjunta el link de la entrevista que esclarece “la broma”; golpeando la reputación de actores políticos y confundiendo al pueblo que es lo más importante. Pero en las redes le refieren como “libertad de expresión”; ante ese escenario hay que “abrir bien los ojos” y dejar de creer en todo lo que e ve.
Desde que se inventó la fotografía la manipulación o intervención de ésta le ha acompañado en su evolución e historia, no son temas aislados, están mucho más cercanos de lo que usted “cree”.
Por cierto, el dicho de “ver para creer” es la síntesis de la frase completa que Tomás uno de los 12 apóstoles dijo: “Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré“. Hoy con el simple sentido de la vista ya se cree.
Existen grupos dedicados a la fabricación de notas, videos, memes e imágenes de contenido falso, algunas de estas pueden ser divertidas como es la agencia española Haynoticia.es. ¿Recuerda la nota de los monaguillos que colocaron en el incensario mariguana en una misa? Ha sido de las notas más replicadas apoyada con una fotografía para dar mayor credibilidad.
Tenemos nuestra versión mexicana: Victory Lab, entre otros tantos nombres que también tiene, ellos fabricaron 4,000 periódicos virtuales para generar noticias falsas. (puede visitarlo en https://www.youtube.com/watch?v=Y_NuMXuJMCc )
En nuestra cultura mexicana, somos dados a minimizar el daño y nos reímos de todo, dicen que no sabemos si reír o llorar, dicen que hasta de la muerte nos reímos.
Otro ejemplo que seguramente no ha visto, es el grado de la violencia naturalizada ya inserta en nuestra sociedad, que fue lo que sucedió la semana pasada: 12 tráileres llenos de cadáveres desconocidos viajaban por diferentes estados de la República, mientras en la Ciudad de México marchaban por la injusticia de 43 cuerpos desaparecidos, indignación nacional; también las autoridades capitalinas a la par organizan el desfile de Las Catrinas, y en las panaderías ya están llenas del tan sabroso pan de muerto. Será que no sabemos distinguir si marchar o desfilar por los muertos. ¿Verdad que tenemos la muerte naturalizada? Y no hablo de la tradición, sino que parece que se está volviendo tradición contar por cientos los cadáveres que aún buscan a cuál familia fragmentada pertenecen.
La gente sale a tomar fotografías de las marchas de protesta por los muertos, y también saldrán a tomar fotografías de los desfiles del día de muertos, cuestión de días.
Son temas delicados, porque se pone en duda la creencia y la razón, y todo está en las interacciones que hacemos con las fotografías, lo irónico es que ¡no lo ven!
¿Realmente usted está convencido que la vista sirve como testimonio para creer hoy día?, siento decepcionarle, desde tiempos antiguos los llamados magos son los expertos para “desaparecer y aparecer” cosas frente a nuestros ojos, bajo las mismas leyes de la óptica que se ocupa de la luz.
Estamos saturados de fotografías, con muy poco tiempo de analizar su veracidad, la mayoría de estas están llenas de información no real, o bien, de información fuera de contexto.
Se le adjudica a Francis Bacon la frase “la información es poder”, si el anonimato permite generar información falsa, entonces como sociedad tenemos un poder también falso.
Ver para creer lo que sucede en este mundo virtual con millones de interacciones por segundo, esto solo es un dato, usted no lo ve, solo créalo.
Cristina Ortega. Fotógrafa desde hace 25 años, fundadora de Arte NiNi. A.C. Doctorante en “Ciencias y Humanidades para Investigación Interdisciplinaria” de UAdeC-CEIICH-UNAM. @CrissOrtega