No hay cosa más lamentable que querer ser lo que no se es. Y todavía peor, utilizar las redes sociales para pretender apagar el fuego de desvaríos virtuales previos. Me refiero al video que subió a su cuenta de Instagram Sergio Mayer, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados. El diputado pretendía –me imagino– dejar constancia de que sí le interesa el mundo de la cultura aunque no tenga experiencia, a pesar de sus faltas de ortografía exhibidas en Twitter. Pero el resultado fue más que desastroso. ¿Porqué? Porque se ve –no sea si sea por lo apresurado o el nerviosismo de grabar el video– que no tiene ni idea, por citar un ejemplo, de la diferencia entre una biblioteca y una librería. Sí, Sergio: en los dos lugares hay libros pero no es lo mismo la Biblioteca Vasconcelos que la librería Gandhi.
Efectivamente no se necesita ser Sócrates para estar al frente de una Comisión de Cultura porque también es cierto que ni siquiera son del dominio público los nombres de los legisladores que la han presidido. ¿Usted sí recuerda los nombres?. Pero ya desde su polémica designación al señor Mayer le han llovido las críticas. Hay que reconocer que hay hasta un sesgo discriminatorio recordarle que es un actor y que estuvo en el espectáculo “Solo para mujeres” –que desde mi punto de vista no son crímenes ni algo de qué avergonzarse–. Toda profesión es digna de respeto. Ya hemos visto desfilar figuras del espectáculo en el Congreso. También se vale romper estereotipos que son eso, formas de desprecio.
Pero las exhibiciones que ha hecho Mayer hacen que ardan las redes. El 26 de septiembre escribió en su Twitter: “Regresan las comiciones (sic) de Cultura y Cinematografía, y Salud a #MorenaDiputados. La voz del gremio Cultural se inpone (sic). Con gusto aceptaría la invitación a precidirlas (sic)”. Como atinadamente escribió Xavier Velasco en su columna en Milenio titulada La cultura a la basura, “No nada más el pobre tipo escribe como un niño de cuarto de primaria, sino que ni siquiera se toma la molestia de usar los correctores ortográficos que le rescatarían del bochorno”. http://www.milenio.com/opinion/xavier-velasco/pronostico-del-climax/la-cultura-a-la-basura
Pero cómo no van a arder las redes. Y arden no porque pensemos que no hayan habido o haya casos peores de ignorancia. Arden con mayor severidad porque en el discurso de la Cuarta Transformación se ha machacado hasta el cansancio que las cosas ya no serán como en el pasado, que los mexicanos por fin vamos a experimentar un cambio verdadero en todos los sentidos.
Sergio: te respetamos como persona, respetamos tu profesión, todos siempre tenemos el reto diario de aprender, no somos sabihondos –también es válido sabiondo según la RAE– tampoco somos pretenciosos, ni exquisitos ni puristas (agregar todo lo que usted quiera) no queremos a un Sócrates –no tenemos tanta suerte– pero por favor “por el bien de México” ¡usa el corrector ortográfico! ¡Que alguien revise tus videos! ¡Ya no te exhibas! Porque lo que exhibes, provoca muchísima desazón.