«DOLCE ÁLTER EGO»: ¡Vivan los sabores MX! - Mujer es Más -

«DOLCE ÁLTER EGO»: ¡Vivan los sabores MX!

 

En relación con el próximo 208 aniversario de nuestra Independencia, esta semana mi hijo tuvo como tarea escolar la redacción de un texto con el tema “Lo que me gusta y no me gusta de México”.

En esa tarea, él describió cuánto le disgusta vivir en un país inseguro, violento y racista. Sobre lo que le gusta, anotó que disfruta de sus tradiciones y celebraciones, especialmente del Día de Muertos y el 15 de septiembre.

Al preguntarle qué es lo que le gusta de las fiestas patrias, me respondió que los adornos de las calles, las luces después de la ceremonia del Grito y toda la comida deliciosa alrededor del festejo. Y ¡cómo no!, si tenemos infinidad de guisos y antojos para disfrutar de la fiesta nacional y de nuestras propias celebraciones de vida.

Nuestras opciones culinarias son tan variadas como la propia riqueza natural de nuestro territorio. Por algo la cocina mexicana fue nombrada en 2010 por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Un título que también ostentan las cocinas de Japón, Italia y Francia.

Los platos tradicionales mexicanos recibieron ese nombramiento no sólo por su mezcla exquisita de ingredientes, sino también “por ser un modelo cultural integral que incluye aspectos como la agricultura tradicional, prácticas rituales y costumbres comunitarias ancestrales”.

Debido a su antigüedad, riqueza, técnica y diversidad, nuestra cocina transciende fronteras y se reinventa sin perder identidad. Qué orgullo ver restaurantes y cafés de comida mexicana por todo el mundo. Además, tres restaurantes mexicanos forman parte de la lista internacional de “Los 50 mejores”.

México también es uno de los países con más productos designados con el registro “Denominación de origen”. Entre nuestros 14 productos con esa denominación se encuentran la vainilla de Papantla, el café de Chiapas, el tequila de Jalisco, el mezcal de Oaxaca y el chile habanero de Yucatán.

Otros alimentos producidos mayoritariamente en México, como el nopal y el amaranto, se exportan y salen al mundo para ser utilizados en variedad de alimentos, suplementos y cosméticos. Por ejemplo, nuestro amaranto es uno de los cereales recién seleccionados por la marca alemana Ritter Sport para su edición especial de chocolates veganos.

En realidad, nuestras fiestas patrias sólo son el pretexto mayor para disfrutar en grande de los sabores con que celebramos la vida a cada momento, desde que nacemos y hasta después de la muerte, a través de la ofrenda.

En bautizos, primera comunión, bodas, cumples y aniversarios, nuestras mesas se engalanan con tamales, taquizas y moles. Claro que el 15 de septiembre tiene sus platos estrella en el pozole, los pambazos, las tostadas y el chile en nogada, así como incontables antojitos y garnachas callejeras. Los esquites y los elotes asados de Coyoacán son mi antojo favorito.

Aún no sé cuál será mi destino gastronómico este sábado. Sólo sé que mi único antojo es un chile en nogada como Dios manda, o sea, elaborado según la receta original y con ingredientes 100 por ciento poblanos. Mi hijo ya pidió que vayamos a un sitio donde él pueda disfrutar de su plato favorito: unas exquisitas enchiladas de mole. Por fortuna, la oferta es vasta.

El 15 de septiembre no importa a qué equipo de futbol le vamos o si comulgamos o no con el partido en el poder. Tampoco la región del país en que habitamos, nuestro estilo de vida o condición social. Lo importante de la fiesta de Independencia es que nos une en la identidad cultural y el gozo de nuestros platillos más emblemáticos, esos que nos representan orgullosamente ante el mundo.

¡Que vivan los sabores MX!

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