«METAMORFOSIS»: Laboratorios, mafia de la muerte; Salud, Señor Presidente - Mujer es Más -

«METAMORFOSIS»: Laboratorios, mafia de la muerte; Salud, Señor Presidente

 

El aumento de enfermedades neurológicas va de la mano con el incremento de los medicamentos destinados a mejorar la salud mental, negocio redondo de laboratorios y farmacéuticas que, en los hechos, representan una mafia de la muerte en la que nadie pone remedio. Si no se tienen los recursos para pagar un ansiolítico-antidepresivo como la duloxetina la sentencia es locura o suicidio.

Aquella advertencia de que se acabaron las “enfermedades baratas” toma mayor relevancia en la actualidad dado que aumenta el porcentaje de personas que padecen cáncer, diabetes y padecimientos mentales, lo cual, de no tomarse en serio, puede generarle al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, un fuerte y prolongado dolor de cabeza.

Las administraciones emanadas del PRI y PAN no supieron estar a la altura del reto en el sector salud donde, a unos meses de que se vaya Enrique Peña Nieto, prevaleció y aumentó la corrupción, la pésima atención a los usuarios.

México es un país con una deuda pendiente en materia de salud pública: hospitales viejos, aparatos descompuestos, quirófanos sin luz, sin material quirúrgico, sin suficientes ambulancias, con médicos mal pagados y, para colmo, con personal orgullosamente burocrático e insensible.

Si a eso se le suma que de acuerdo a un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) nuestro país se ubica entre los últimos lugares de América Latina de los que no proporcionan seguridad social a la mitad de su población; la situación se le tornará alarmante al presidente López Obrador si no toma medidas serías, concretas y bien pensadas.

Ya nombró al director del Seguro Social que lo acompañará a partir del primero de diciembre: Germán Martínez Cázares, un flamante abogado, orador indiscutible, conocedor de leyes y orquestador del fraude electoral presidencial, “haiga sido como haiga sido” que le dio el triunfo en 2006 a Felipe Calderón. ¿Y?

Todos quienes conformarán el sector salud están obligado a elaborar un diagnóstico sobre la situación de ese sector para garantizar la prestación del servicio médico a la población derechohabiente; sobre todo porque, coincido con el exsecretario de Salud, Julio Frenk Mora, verdaderamente ya no hay “enfermedades baratas”, son muy caras y nos cuestan a todos los mexicanos que pagamos impuestos.

Pero al margen de que los funcionarios hagan el diagnóstico, lo presenten al presidente López Obrador, la realidad es por todos conocida y sobre todo padecida, ya que, en general, las instituciones públicas exhiben graves carencias, especialmente, en materia de suministro de medicamentos e insumos para la atención hospitalaria, por no hablar de la incapacidad de brindar atención a todo aquél que lo requiera.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado con personas en la calle solicitando apoyo económico para poder comprar los medicamentos que requieren sus familiares internados en hospitales públicos? ¿Cuántas veces nos hemos enterado que los pacientes deben permanecer sentados o acostados en el piso de las salas de urgencias de los nosocomios por la cantidad abrumadora de enfermos?

¿Cuántas veces el personal médico nos ha advertido que el tratamiento de nuestros familiares es caro y que los medicamentos están fuera del cuadro básico o agotados en las farmacias de las instituciones que tienen la obligación de garantizar el bienestar de sus derechohabientes?

¿Cuántas veces hemos escuchado, leído y hasta visto en reportajes cómo funciona el robo sistemático de medicamentos en las farmacias de los hospitales públicos, para ser vendidos posteriormente en el mercado negro? Definitivamente estamos a expensas de la mafia de la muerte que por décadas han incrementado sus ganancias al amparo del poder; laboratorios y farmacéuticas hacen del dolor de los enfermos su gran negocio.

Y seguimos: ¿Cuántas veces hemos sido testigos de increíbles casos de personas de la tercera edad que hacen fila desde las cinco de la mañana (o antes) para ser atendidos, casi pidiendo clemencia?

Queremos ver, señor presidente, que usted, su gabinete, sus legisladores, delegados y demás allegados acudan a pedir que los atiendan en estos inhóspitos hospitales, como lo ha prometido.

No se preocupe por decirnos cómo portarnos, preocúpese por afrontar la terrible realidad en la que viven la mayoría de los mexicanos que lo apoyaron….¡Salud!, Señor Presidente.

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