Voy a dramatizar un poco, lo siento mucho y es que por más que trato no puedo recordar en qué momento fui yo sola a realizarme una inseminación artificial o bueno tres inseminaciones porque quería ser madre soltera y vivir el resto de mi vida jalando la carreta yo sola, poco reconfortante es saber que no soy la única en esto, varias de las mamás que están formadas junto a mi en la fila interminable para registrar a los alumnos en el colegio en medio de una lluvia torrencial nos hacemos la misma pregunta.
Estoy segura que en la gran mayoría de los casos los hijos fueron procreados en común acuerdo. Entonces ¿por qué casi siempre somos las mamás las que estamos solas en los procesos de inscripción, en el consultorio médico y dental, en la cita con la directora, en la solicitud de la VISA, en la sala de espera de la terapia, en las clases de regularización, o en la compra de útiles escolares?
Me veo en mis congéneres y me reconozco, como no puedo hacer otra cosa que analizar porque no permiten usar celular y además tengo 15 de pila, observo de pies a cabeza a cada una de ellas, pienso que por su apariencia todas ellas trabajan igual que yo, traen ropa de oficina, que incluye incómodos tacones, bolsas pesadas o portafolios, la mayoría seguramente no ha comido y tuvo que pedir permiso para faltar con cargo a su nómina, probablemente en esta tarde tan húmeda muchas sufran de dolores menstruales o de malestares propios de la menopausia, varices o cualquier otra dolencia, al menos yo traigo pantalones y zapatos bajos, ¿A cuántas horas estarán estás mujeres de sus casas? ¿Y a cuántas más horas de sus camas?
Pareciera que la factura por haber solicitado el divorcio fuera cual fuera la razón es cada vez más cara, cada historia será distinta, pero no puedo ser menos negativa en el tema, en su gran mayoría ninguna mujer planeó ser madre soltera, además de trabajar las mismas jornadas laborales que los hombres por menos sueldo, menos oportunidades de ascenso y más responsabilidades.
No falta la suegra que orgullosa diga que su hijo es un excelente papá porque le “Ayuda” mucho a su mujer, como si cuidar a los hijos no fuera ejercer una sana y merecida paternidad.
A pesar de todo no me cambio por casi ninguna de mis amigas “Bien Casadas”, aunque no tienen la presión económica muchas de ellas se han convertido en ornatos, en vehículos de uso utilitario que llevan y traen, a las que se les borró la memoria y la base de datos, y que son casi incapaces de tomar ninguna decisión solas.
No todos ni siempre, pero en la mayoría de los casos acabamos siendo familias uniparentales en las que el padre o la madre ausente goza de dos domingos al mes para pasear y sacarse fotos con sus hijos para engalanar sus redes sociales y no vuelvan a acordarse de ellos el resto de la semana.
Entrego la documentación y me doy cuenta que las boletas de primaria y secundaria sólo están firmadas por mi, mes tras mes y que mis hijos conocieron Europa con su papá y su nueva novia, supongo que ni quejarse ayuda pues como ya se nos ha dicho hasta el cansancio, fue nuestra elección.
Esta sí es una queja, en nombre de todas las madres solteras, divorciadas y casadas que se enfrentan diariamente a la vida y que a cambio recibimos el título de “Madres Luchonas”, “Guerreras Incansables”.
¿Saben qué?
Les regreso su titulito a cambio de más equidad y responsabilidad compartida.
No queremos ser heroínas, queremos que aquellos que nos acompañaron en la decisión de formar una familia y perseverar la especie se hagan presentes de vez en cuando, así como sus apellidos ocupan el primer lugar en el nombre de sus amados hijos.