«ACTOS DE PODER»: La seguridad de AMLO no es la seguridad del Presidente - Mujer es Más -

«ACTOS DE PODER»: La seguridad de AMLO no es la seguridad del Presidente

“Esto está cabrón, muy cabrón”, me dijo Andrés Manuel López Obrador cuando, el 26 de mayo de 2017, una mujer le lanzó un huevo, al concluir un mitin en Huatusco.

López Obrador caminaba en medio de sus simpatizantes, sin seguridad alguna. Algunos militantes de Morena se abalanzaron sobre la agresora y AMLO se fue hacia su camioneta para seguir la gira. En el camino, le pregunté a César Yáñez cómo estaba el entonces presidente de Morena. Nos dijo que bien y que todo había sido un susto.

En el siguiente evento, Isabel González, de Grupo Imagen le preguntó: ¿no hace falta seguridad, alguien que se haga cargo de la seguridad? La respuesta fue un no tajante, acompañado de una frase, “quien hace el bien no tiene por qué traer seguridad, la gente me quiere”.

Fuera de cámaras, rumbo a nuestros autos, comentamos con Andrés Manuel que la agresión no era para tomarla como una anécdota. Isabel le dijo que pensara en qué sucedería si en lugar de un huevo hubiese sido un petardo. Andrés respondió lo mismo, la gente me cuida. Pero hay locos y resentidos, le dije. Su respuesta fue que no se atreverían.

A mediados de los noventa, en uno de los éxodos que emprendió López Obrador de Tabasco a la Ciudad de México, paró en Ixtapaluca. Él y sus partidarios protestaban por un fraude electoral que impondría a Roberto Madrazo en la gubernatura de aquella entidad. Lo entrevisté y una de las preguntas fue, precisamente, quién le cuidaba en esa caminata. Ellos, dijo señalando a las decenas de tabasqueños que lo acompañaban.

Años después, ya como jefe de Gobierno, también tocamos el tema. Y aunque había un grupo de personas, coordinadas por Nicolás Mollinedo para la seguridad y la logística de López Obrador, había inquietud por la falta de un cuerpo profesional de seguridad. Luego se creó el agrupamiento conocido como Gacelas, pero no más.

Como líder social, como dirigente partidista, incluso como jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador ha contado con el resguardo de sus simpatizantes.

Pero hoy, Andrés Manuel López Obrador ya no es el líder social de Tabasco. Tampoco es el presidente y candidato presidencial del PRD. No es más jefe de Gobierno de la capital. López Obrador es el Presidente electo de México. Espero que escuche que su seguridad es cuestión de Estado.

Andrés Manuel representa los intereses de México, incluidos sus 30 millones de votos, y su integridad debe ser protegida. Así como alguna vez escuchó que las conferencias matutinas debían tener un lugar adecuado para realizarse, espero que escuche que, aunque sea presidente, y por eso precisamente, debe tener un cuerpo de seguridad profesional y leal a las instituciones que pretende construir, que le cuide.

Será presidente de México y la Cuarta Transformación del país y la instauración del Proyecto Alternativo de Nación solo será posible bajo su conducción. Ni más, pero tampoco menos.

La Letrina. Enamorado del poder y leal a los poderosos, Ernesto Cordero anunció que dejaba la política. Él fue quien dijo que una familia podía vivir con 6 mil pesos y pagar, además de la manutención, auto, hipoteca y escuelas particulares. Dejamos constancia de que Cordero deja la vida pública. Dice que irá por proyectos personales en la iniciativa privada. No nos sorprenda que esos proyectos tienen que ver con la influencia que ejerció como secretario de Hacienda y Desarrollo Social.

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