Por FERNANDO COCA
Son días turbios para algunos.
Hace unas semanas, a finales de junio, quien fuera el director de La Razón, Rubén Cortés y el medio dieron a conocer que éste último dejaba de ser su director.
Ayer, 31 de julio, Milenio Diario y Carlos Marín también anunciaron que él dejaba el cargo como director editorial, pero sus espacios en las plataformas de la empresa periodística seguían. Movimiento Estratégico, llamaron los involucrados al comunicado con el que hicieron saber su decisión.
Estas salidas han sido consideradas por opositores a Andrés Manuel López Obrador como una presión del próximo presidente de México para acallar a la prensa. Dicen que también que los medios están realineando sus políticas editoriales para hacerlas compatibles con el nuevo régimen.
No coincido.
Durante su mandato como jefe de Gobierno de la Ciudad de México, como reportero, primero, y luego como parte del equipo de comunicación de López Obrador jamás nadie, ni el mandatario local ni César Yáñez, sugirió callar a alguien. Tampoco se me pidió sembrar preguntas o temas que le interesaran al gobernante.
En el salón (la antigua Tesorería de la capital) Francisco Zarco, que se habilitó para las conferencias mañaneras, López Obrador hacía referencia a algunas frases precisamente de Zarco. Una de ellas era “La prensa no solo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y más activo del progreso y de la civilización”.
Creo firmemente en que AMLO respeta la libertad de prensa, de expresión. Y aunque no le guste lo que se publica, aguanta vara. Alguien dice que le consta que Andrés Manuel dictaba línea a La Jornada, pero aún le falta demostrarlo.
Fue la libertad de expresión y de prensa la que usó López Obrador para llegar a donde está. Sí, habló de un presunto cerco informativo, el cual no existió, pues él es el personaje político con la mayor cobertura en los últimos 18 años. (Se puede googlear el nombre del próximo presidente de México, ponerle fecha y seguramente habrá al menos una nota sea como dirigente político, candidato, jefe de Gobierno o líder de su movimiento).
Leo en redes sociales, principalmente, una cadena de “avisos” de la llegada de censura del nuevo gobierno. Y las leo de parte de quienes callaron y se alegraron por la salida de Carmen Aristegui y Víctor Trujillo, cada uno en su momento, de la radio.
Para evitar los ánimos absolutistas que dicen ver quienes hablan de censura, la invitación a que ejerzan su libertad de expresión sin cortapisa, sin miedo. Al fin, ya estamos acostumbrados a las llamadas de los jefes de prensa del gobierno que está por terminar (que sí ejerció censura y buscó acabar a sus críticos). Hay que seguir con un consejo de Zarco: “No escribas como periodista, lo que no puedas sostener como hombre”, así no habrá presión que pueda contra el ejercicio de la libertad de expresión y de prensa.