Villa Hidalgo Yalálag, Oax. El huipil de esta localidad, una pieza de tela de algodón y lana en forma rectangular, adornada con coloridos bordados en hilo, adquiere una singularidad a partir de una leyenda, afirmó Evelyn Cisneros Vargas, joven tejedora de piezas artesanales.
Indicó que los mayores cuentan que los ancestros rendían culto a sus dioses en este pueblo cercano a la capital oaxaqueña, donde se reunían en torno de un árbol de copal al que consideraban una deidad.
En un reportaje de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión, dijo que, a su llegada, los españoles derribaron el frondoso árbol para construir un templo católico, de las raíces emergió una mujer vestida de blanco, y sobre ella un par de serpientes coralillo la rodearon para darle color a su traje que, desde entonces, es símbolo de identidad de Villa Hidalgo Yalálag.
En el pueblo, las mujeres, con orgullo, portan sus trajes de algodón blanco, bordados con motivos florales en diferentes colores e hilos de seda, y sobre la cabeza un tocado negro enredado como las serpientes, en el cuello una cruz de oro o plata, que representa los cuatro puntos cardinales y huaraches.
El traje lleva soyate, un enredo y ceñidor, las mujeres yalaltecas tiñen el hilo con la corteza de los árboles para lograr piezas únicas representativas de la identidad del pueblo de Villa Hidalgo Yalálag.
Para rescatar la tradición, la artesana Eufrasia Carlos Diego enseña a las niñas a tejer y crear monederos, bolsas, mochilas y forros.
Así recuperan el tejido de hilo de algodón desde las mujeres de la tercera edad, jóvenes y niñas, que tejen con orgullo y portan la ropa de su comunidad de identidad zapoteca.