«DOLCE ÁLTER EGO»: Un café helado, por favor - Mujer es Más -

«DOLCE ÁLTER EGO»: Un café helado, por favor

Son tres momentos del día en los que más necesito y disfruto del café.

El primero, obviamente para arrancar mi día, lo tomo entre las 8 y 9 de la mañana. Debe estar cargado y ser muy fragante. Sólo así logró despertar de verdad. El segundo, lo necesito justo al mediodía y, a veces, lo tomo con un chorrito de crema. El tercero y último, lo gozo después de la comida y también lo prefiero muy caliente y cargado.

Pero estos días en que el sol nos ha pegado más fuerte justo entre el mediodía y el ocaso, he optado por beber café helado.

Por fortuna hay muchas opciones en todas las franquicias y en los cafés de autor.
Mi favorito es el “Americano frío” de El Beneficio café, en Coyoacán. Servido en una jarrita hipster con mucho hielo y sin azúcar.

Para algo menos ligero, Cielito Querido está promoviendo sus granizados de sabores mexicanos. Los de “galleta mexicana” y “Horchata” son los más buscados.

Del famoso “Cold brew” que Starbucks lanzó en México hace unos tres años, se ofrece ahora mismo la versión “Vanilla Sweet Cream Cold Brew”, una bebida bastante simple que probé esta semana y a la que le di un Sí definitivo desde el primer trago.

Está compuesta por una parte de café Nariño 70 (extraído por goteo lento), otra de agua fría, mucho hielo y crema espesa de vainilla. Es muy refrescante. Por fortuna, el toque de vainilla es poco dulce y tiene sólo 110 calorías. Nada que ver con los horrendos frapuccinos de colores de esa marca que tanto gustan a los más jóvenes.

Debo advertirles que este café frío no sólo atempera de inmediato, sino que también, como es muy cargado, logra quitar el atarantamiento que produce el calor.

Así que, con esta bebida, lograrán matar dos pájaros de un tiro: enfriar el cuerpo y alertar la mente.

Si no beben café por la tarde, ni se les ocurra, porque no pegarán el ojo hasta la madrugada. Es algo más que es un espresso con hielos.

Ahora mismo este “Cold brew” se ofrece en promoción vespertina, acompañado por un mini scone de chocolate por 45 pesos (entre las 12:00 y las 17:00 horas).

Mientras la temperatura climática y política continúe a más de 30 grados, todas mis tardes pediré “un café helado, por favor”.

Ya veremos qué se me antoja después del 1 de julio.

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