NTX / Ciudad del Vaticano. Preocupado por la “grave confusión” que se siembra entre los fieles católicos sugiriendo que las mujeres podrían acceder al sacerdocio, el Vaticano recordó hoy que el orden sagrado es exclusivo para los hombres y ese criterio no puede cambiar.
En un artículo publicado en la edición vespertina del diario vaticano “L’Osservatore Romano”, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria, explicó que la Iglesia católica siempre se sintió obligada por la decisión del mismo Jesús, la cual descarta que el sacerdocio ministerial “pueda ser válidamente conferido a las mujeres”.
El texto fue publicado “a propósito de algunas dudas” sobre el carácter definitivo de esta doctrina católica que, según el prelado, “se trata de una verdad que pertenece al depósito de la fe” y que nadie en la Iglesia puede modificar.
“Sería preocupante ver surgir aún en algunos países voces que ponen en duda la cualidad definitiva de esta doctrina. Para sostener que ella no es definitiva se argumenta que no fue definida excathedra y que, entonces, una decisión posterior de un futuro Papa o concilio podría darla vuelta”, escribió Ladaria.
“Sembrando estas dudas se crea grave confusión entre los fieles, no solo sobre el sacramento del orden sagrado como parte de la constitución divina de la Iglesia, sino también sobre el magisterio ordinario que puede enseñar en modo infalible la doctrina católica”, añadió.
Recordó que los sacerdotes de la Iglesia católica “están configurados” con Cristo, por eso pueden actuar en su nombre y fue Jesús quien confirió el sacramento del orden sagrado a los 12 apóstoles, todos hombres que, a su vez, lo comunicaron a otros hombres.
Insistió que Juan Pablo II, en 1994 y después de la decisión de la Iglesia anglicana de abrir al sacerdocio femenino, publicó la carta apostólica “Ordinario Sacerdotalis” para quitar toda duda sobre una cuestión que corresponde a la misma esencia de la Iglesia.
En ese documento, el pontífice precisó que la Iglesia “no tiene en ningún modo” la facultad de conferir a las mujeres la ordenación sacerdotal y que esta sentencia debe ser tenida en cuenta en modo definitivo por todos los fieles.
“No se trata sólo de un elemento disciplinar, sino que es doctrinal”, subrayó y aclaró que la diferencia de funciones entre el hombre y la mujer “no implica ninguna subordinación, sino un enriquecimiento mutuo”.
Más adelante, Ladaria constató la necesidad de “profundizar” y “promover” cada vez más el rol específico de las mujeres en la Iglesia, e invocó la exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”, en la cual el Papa Francisco advirtió que no se puede discutir el sacerdocio reservado a los hombres, pero aclaró que este no debe ser entendido como una “expresión de poder”, sino de servicio.