Cada vez con menos esperanzas y en el mayor de los desalientos nos dejó el segundo debate presidencial, no sé si por la hora y el día o mi TDA, pero de verdad por más que trataba no lograba entender el Objetivo del debate más chafa que recuerdo en mi vida. Todo no, todo mal, ni por dónde empezar.
¿No hay nada que se te pueda encargar? Me preguntaba la Madre Cielo, directora de la escuela en donde estudié la primaria; y es lo mismo que yo me preguntaba anoche, los mexicanos no nos merecemos esto, un foro improvisado sobre una cancha de basketball, con una decoración y una iluminación sobresaliente por su pésima calidad, un formato de preguntas y tiempo para respuestas y réplicas fatal, los moderadores acartonados y confundidos completamente también con el formato, un orden de preguntas del público asistente sin ningún sustento ni orden desperdiciando el hecho de tener a los candidatos a Presidente, juntos. Esto más bien parecía un mal programa de “Laura en América”. ¿Que quién ganó el debate? Pues si se mide un debate en ataques, ofensas y malos chistes podríamos opinar, no ganó nadie, mucho menos nosotros, en mi opinión un José Antonio Meade bastante elocuente en sus intervenciones. pero más aburrido que el profesor de lógica de toda la historia; un Ricardo Anaya para mí vergonzoso, bravucón, confrontativo de un modo ofensivo y grosero, que por supuesto no fue capaz de responder la única pregunta con la que su atacado adversario lo confrontó, ¿En dónde está el libro que dice que escribió? A cambio de eso mostró una infinidad de cartulinas con información falsa, ya verificada por expertos, con una risa sarcástica que espantaría al peor personaje de una película de terror, basó su participación en el ataque y la ofensa. Un Andrés Manuel mejor que en el debate pasado, pero que por más que quiera, uno no termina de convencer ni de darle forma a propuestas conclusas. No entiendo en mi pobre opinión cómo en tantos años no ha hecho un esfuerzo por mejorar su léxico y no puede dejar el “De que” y el “Fuistes” que tanto material le da a sus adversarios para desacreditarlo como una persona preparada y con la capacidad necesaria para el cargo. Del Bronco no quisiera ni hablar para no darle foro, personalmente me angustia que personajes como él, con esas ideologías y niveles de desacomodo mental anden sueltas por la calle y peor aun, haya sido elegido ya en un cargo público importante y pretenda ahora contender para la Presidencia de un país tan grande y tan complejo como México.
El resumen para mi fue un terrible dolor de cabeza, una profunda desolación y preocupación por cómo se están haciendo las cosas en México, empezando por la producción de un programa tan importante, hasta por la manera como cada quien descodifica la información.
Yo si sé por quién voy a votar, lo sé desde hace muchos años, espero por el bien del país que se respete el resultado porque lo único que nos queda es apelar a la democracia y a que seamos los ciudadanos quienes elijamos a nuestro presidente y no vivamos otro sexenio con un gobernante impuesto por el sistema, creo que eso le da todavía un ambiente de mayor ingobernabilidad a nuestro país.
Si no vieron el debate por la razón que haya sido, no se perdieron de nada, ni siquiera vale la pena para un resumen ejecutivo de tres renglones, ahórrenselo y tengan una buena semana.
Bárbara Lejtik. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, queretana naturalizada en Coyoacán. Me gusta expresar mis puntos de vista desde mi posición como mujer, empresaria, madre y ciudadana de a pie. @barlejtik