Como nunca una contienda electoral en los años recientes en nuestro país ha desbordado tanto los ánimos. El México real y el virtual confluyen con características similares: mucho encono, agresividad y finalmente violencia. En el real, la ola delictiva ha cobrado la vida de 93 personas, entre candidatos y diferentes actores políticos; y en el virtual, miles de mensajes ofensivos y amenazantes se difunden en segundos por las redes sociales. ¿El virtual es consecuencia del real?
Y cómo estarán las cosas que en domingo el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, ofreció una conferencia de prensa en la que a nombre del gobierno de la República, pidió que prevalezca el diálogo y condenó los crímenes más recientes de los candidatos locales Abel Montúfar en Guerrero Adiel Zermann de Tenango del Aire en el Estado de México y de José Remedios Aguirre de Apaseo del Alto, Guanajuato. Fueron asesinados en tres entidades azotadas por una ola criminal en ascenso.
Navarrete Prida hizo un llamado al diálogo a todos los involucrados en este proceso electoral. Y es que “nada más” están en juego 3 mil 400 cargos de elección popular, entre ellos el de la Presidencia de la República. Por varias razones, es uno de los procesos más complejos en la historia reciente del país. El secretario de Gobernación dijo que los participantes deben debatir y contrastar proyectos, expresar ideas y preferencias; pero esto no puede derivar en encono división y “mucho menos incitación a la violencia contra partidos, candidatos o instituciones”.
Ya en días pasados la Organización de Estados Americanos había expresado su preocupación por las muertes y amenazas de quienes están involucrados en el proceso que arrancó oficialmente el 8 de septiembre. Ocho meses de pre campaña, campaña y de intensa guerra de declaraciones, acusaciones, descalificaciones y sangre.
Si eso está pasando en el México real –López Dóriga dixit– en el virtual donde no existen diques, la animosidad está en ebullición. Hay que ver los ataques entre los principales integrantes del Cuarto de Guerra de los candidatos, entre periodistas que exponen alguna crítica que toque alguna fibra sensible, o cualquier individuo que exprese alguna opinión que tenga que ver con filias y fobias electorales, para que la turba, o legiones… se desaten en improperios y hasta amenazas. El caso más reciente de linchamiento virtual fue el del actor Eugenio Derbez, quien “osó” expresar que no estaba seguro si AMLO sería la mejor opción para que hasta un boicot –por cierto fracasado– se pidió para su nueva película.
Sí, muy preocupante que los ánimos estén demasiado calientes. Llevamos ocho meses de este proceso y faltan 48 días. 48 días en que vendrán encuestas, debates, trolles y bots. 48 días de una intensidad inusitada, como el mismo proceso, pero ojalá #nomasviolencia. ¡Ya por favor que sea 2 de julio!