«FICCIONES Y SUBVERSIONES»: 10 de mayo: Eso que llaman amor materno, también se llama trabajo no pagado - Mujer es Más -

«FICCIONES Y SUBVERSIONES»: 10 de mayo: Eso que llaman amor materno, también se llama trabajo no pagado

Ser madre en México genera muchas preguntas sobre las condiciones que hoy viven millones de mujeres. Muchas las aristas  que se desprenden de lo que significa ser madre en este gran mosaico de diversidades: pienso en las madres de los desaparecidos, en las madres indígenas, en las madres que concibieron siendo niñas, y a causa de una violación, en las madres solteras, en las madres viudas a causa de la violencia, en las madres adultas mayores, en las madres de personas con alguna discapacidad, en las madres de las personas que conforman la comunidad LGBTI, o bien que ellas mismas como parte de esta comunidad, etc.

Todas ellas enfrentando causas muy particularidades, asumiendo algunas el discurso de que las mujeres nacimos para parir, algunas siendo madres por decisión, pero en este país las estadísticas reflejan un fenómeno que parece ser común entre nosotras, nos hemos o nos han adjudicado el cuidado de nuestros hijos, y de nuestras familias. A cambio de ello tendremos un día para ser festejadas, para que nos den un regalo y reconozcan que madre solo hay una. Los medios de comunicación, la escuelas y el mercado también toman muy en cuenta este día, oferta de electrodomésticos que faciliten nuestra tarea doméstica, publicidad que nos recuerda que nuestra labor de madre es irremplazable, y hasta una celebración escolar en nuestro honor.

Cómo no dar un día en el calendario a la persona que culturalmente hemos asumido es la responsable de que los hijos vayan a la escuela, de cuidarlos si enferman, de tener la ropa preparada, la comida lista, la casa en orden, etc.

Es nuestra responsabilidad nuestra familia, nuestros hijos, y destinamos muchas horas al trabajo del cuidado, trabajo que genera valor y que contribuye al PIB (Producto Interno Bruto). Es decir, este “gran amor” que mueve a las madres, no es solo amor, es un trabajo no pagado, que no es valorado económicamente, socialmente y políticamente.

INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) señala que las labores de cuidados son realizadas por mujeres, y que en 2015 ese trabajo tuvo un equivalente a 49,586 pesos anuales generados por persona (datos obtenido de Cuenta Satélite del Trabajo no remunerado en los Hogares Mexicanos en el 2015). Este Instituto publica una distribución porcentual del valor generado por hombres y mujeres en el trabajo de cuidados: En Alimentación el valor generado por mujeres fue de 86.3%, mientras que por los hombres se generó 13.7%; en temas de limpieza, cuidado de ropa las mujeres contribuyeron un 82%, y los hombres un 17%; cuidados y apoyo, por parte de las mujeres se generó un 73.4% mientras los hombres generaron un 26.6%; en ayuda a otros hogares  las mujeres colaboraron con un 70.8% y los hombres con un 39.2%; en limpieza y mantenimiento de la vivienda 72.6%  por parte de las mujeres, y 27.4% por parte de los hombres; y por último compras y administración del hogar 58.7% fue generado por las mujeres y solo un 41.3% por los hombres.

La delimitación que se ha hecho del espacio privado y el espacio público, trajo como consecuencia la nuclearización de la familia encapsulando a sus miembros y despolitizando este espacio, y con ello convirtiéndolo en algo ínfimo.  Por lo que la sociedad actual tiene retos importantes: Primero, resaltar que el cuidado no es un asunto de género, que las tareas del cuidado y de la reproducción de la vida deben ser asumidas tanto por hombres como mujeres. Segundo, resaltar que el valor de la esfera privada es importante, lo que suceda ahí es muy valioso y tiene impacto en la economía, en la política y en los social. Y, por último, reorganizar el cuidado como un tema de agenda nacional tendría implicaciones importantes en la vida de las madres y de todas las mujeres, sería el elemento que necesitamos para lograr la igualdad y equidad.

 


Mayra Rojas. Docente en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (Campus Estado de México) y en la Universidad Iberoamericana (CDMX). Doctora en Ciencias Sociales y Políticas (Universidad Iberoamericana).

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